El Ayuntamiento devolverá hasta el 35% del IBI a los negocios que cerraron

El grupo de trabajo para la recuperación social y económica de la crisis sanitaria de la covid-19, que puso en marcha el Ayuntamiento de Valladolid el pasado mes de mayo y en el que están representados todos los grupos municipales que lo componen a excepción de VOX, presentó ayer un primer paquete de medidas por importe de 13 millones de euros destinadas a autónomos, pymes y familias desfavorecidas.

Entre ellas destaca la línea de subvenciones a empresas de hasta veinte empleados para ayudarles a cubrir los gastos de mantenimiento de sus negocios durante el tiempo que se vieron obligados a echar el cierre, y que llegará hasta un importe máximo del 35% del IBI que pagan anualmente al consistorio municipal. El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, explicó que la medida está relacionada «indirectamente» con el Impuesto de Bienes Inmuebles ya que «no hay propiamente una exención» porque «para el Ayuntamiento es mejor no reducir ingresos». De esta forma, se alivia el abono de un tributo que ya en abril se permitió fraccionar y aplazar hasta el mes de agosto.

A esta línea de ayudas se suman otras dos: una que facilitará sufragar los gastos en adaptación de espacios al cumplimiento de la nueva normativa sanitaria y otra que promueve la «digitalización para el reinicio y modernización del negocio», como puede leerse en el contenido del acuerdo hecho público ayer en un acto en el que se realizó la firma oficial del documento acordado por los grupos que integran la mesa de trabajo.

A estas ayudas a autónomos y pymes, que se convocarán de forma oficial a lo largo de este mes y para las que se han destinado 3,5 millones de euros, se suman otros 4 millones (ampliables hasta 5 en el caso de que fuera necesario) que subvencionarán directamente el mantenimiento del empleo.

En ambos casos, al igual que en el resto del paquete de medidas que se dio a conocer, parte de la financiación provendrá del presupuesto del consistorio para este 2020 (hasta 5,77 millones de euros) y el resto llegará desde el denominado fondo covid-19 (dotado con 25,5 millones y del que en esta primera tacada se han utilizado 7,24).

El anuncio de estas medidas económicas se une a la decisión ya conocida de no cobrar la tasa de terrazas a los hosteleros (por lo que el Consistorio dejará de ingresar este año 990.000 euros) y la renovación de forma automática y sin ningún coste de todas las licencias que se concedieron para este fin en 2019.

Además, se invertirán casi 1,2 millones en la realización de una campaña específica de promoción del comercio, la hosteleria, la cultura y el turismo de Valladolid para la que se contará con la colaboración de los medios de comunicación locales y que diseñarán los colectivos del sector existentes en la ciudad.

Las medidas sociales son la otra pata de este conjunto de actuaciones y a ellas se destinarán 2,4 millones de euros. De ellos, 500.000 euros cubrirán la adquisición de tarjetas prepago que permitirán a las familias en situación de necesidad comprar productos frescos en comercios locales, mientras que otros 300.000 servirán para reforzar las ayudas de emergencia que ya tiene en funcionamiento el Consistorio. De igual forma, se amplían con un millón las ayudas al alquiler de viviendas, con 200.000 euros las becas comedor y con 40.000 las destinadas a la adquisición de material escolar para el curso 2020-2021.

El paquete de medidas anunciado ayer por el grupo de trabajo creado en el Ayuntamiento, del que participan PSOE, PP, Ciudadanos y Valladolid Toma la Palabra, ha sido aprobado «por unanimidad» tras la primeras seis reuniones de sus miembros «buscando el consenso para tener el mayor respaldo posible», como relató el primer edil, que aseguró igualmente que el Ayuntamiento ha cambiado su «metodología habitual dando protagonismo a las decisiones del grupo de trabajo que es realmente quién decide qué medidas adoptar». Algo que definió como un «ejemplo de responsabilidad política al que se han comprometido 26 de los 27 concejales de la corporación municipal».

En esa misma línea se expresaron los portavoces de los cuatro grupos que participan en estos trabajos como fue el caso de Pedro Herrero, del PSOE, que quiso utilizar su turno de palabra para «dar las gracias a los grupos de la oposición», que considera que están «dando ejemplo». Compartió con él opinión la popular Pilar del Olmo, para la que la situación conlleva «esfuerzo, sacrificio y renuncias por parte de todos, no solo de la oposición sino también del Gobierno, que tiene la capacidad de decidir» pero permitió que su grupo participara en de estas labores. Igualmente, Martín Fernández Antolín, de Ciudadanos, destacó el compromiso de los suyos con hacer «política útil» a través de este acuerdo con el resto de grupos, mientras que María Sánchez, de Valladolid Toma la Palabra, se sumó a los agradecimientos asegurando que «da gusto trabajar con buen clima», aunque recordó, como sus homólogos, la importancia de «llegar a acuerdos para paliar la grave crisis que estamos viviendo».