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Los ladrones parecen haberle tomado la medida a los negocios de Parquesol y en la madrugada de ayer dieron un paso más a la hora de desvalijar una pizzería de la calle Manuel Azaña con una expeditiva forma de llevar a cabo el asalto que recuerda inevitablemente a la histórica banda del mazo que, en sus distintas versiones, ha acumulado decenas de robos en la capital en los últimos quince años. Los autores utilizaron un coche robado para destrozar la luna de seguridad del local de la cadena Domino's Pizza, reventaron la puerta de la oficina a mazazos y con la misma herramienta «arrancaron de cuajo la caja fuerte» antes de salir con ella y darse a la fuga en un segundo turismo. Y todo ello en «apenas dos minutos». El tiempo que tardaron en llegar los primeros policías al lugar. Pero los autores lograron darles esquinazo y se marcharon con un botín de más de dos mil euros, según confirmaron fuentes policiales.
Los hechos tuvieron lugar a las 5:20 horas en la pizzería del número 50 de la calle Manuel Azaña, con la singularidad de que los ladrones tuvieron que aparcar a la fuerza un coche a la puerta del negocio –en esa vía resulta casi imposible aparcar a diario– reservando el espacio suficiente para después poder meter el segundo vehículo marcha atrás, en este caso un Seat Ibiza que habían sustraído horas antes, con la velocidad suficiente para poder destrozar el murete de ladrillo y el cristal de seguridad de la luna. Como así ocurrió.
«Está claro que sabían lo que hacían y, una vez dentro, fueron directos a la oficina y a la caja fuerte, que no estaba precisamente a la vista», explican fuentes de la cadena de pizzerías. La puerta del despacho la reventaron a mazazos y así sacaron la caja fuerte, un mamotreto metálico que pesa ochenta kilos. Su interior contenía más de dos mil euros procedentes de la recaudación de la jornada del domingo. «Es bastante dinero, pero los daños que han ocasionado en el local puede que sean, incluso, superiores», lamentaron fuentes de la citada franquicia.
Los porrazos sacaron de la cama a numerosos vecinos del entorno y, al margen de la alarma, algunos avisaron sobre lo ocurrido a los servicios de emergencias. «Las patrullas llegaron enseguida, pero los ladrones se habían esfumado con la caja fuerte en otro coche». Atrás dejaron el citado Seat Ibiza sobre la acera. «Lo más increíble es que todo esto, incluida la operación de sacar una caja tan pesada y que estaba muy bien anclada, lo hicieron en un par de minutos», reiteran las víctimas.
El robo de ayer se suma a los dos registrados los días 7 y 12 de marzo en dos bares contiguos de la calle Juan García Hortelano, paralela a Manuel Azaña. Allí forzaron las puertas y reunieron un botín de dos mil euros de las máquinas tragaperras. Eso días fueron desvalijados también dos viviendas de dichas calles.
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