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Los alérgicos que viven en pisos altos sufren más el auge del polen del plátano de sombraLos mapas que reflejan la presencia de pólenes en la atmósfera y que sirven de brújula en lo cotidiano a las personas con alergias comienzan ... a coger color a medida que avanza la primavera y crecen las concentraciones de estos alérgenos. A la cabeza, en este momento, está el plátano de sombra, que ha entrado en niveles altos en Valladolid y prácticamente todo el resto de Castilla y León, salvo El Bierzo y los entornos de Miranda de Ebro, Béjar y Gredos.
Es un conocido habitual para los alérgicos al polen que incorporan a su vida cotidiana en cuanto entran en escena estas partículas molestias en los ojos, moqueo y estornudos, problemas respiratorios y dolores de cabeza propios de cuadros de rinoconjuntivitis, rinitis alérgica y asma bronquial. Con una población alérgica al polen creciente.
Es un polen eminentemente urbano, ya que el plátano de sombra es un árbol importado de India de uso extendido en paseos y calles de las ciudades, y que sufren en mucha mayor medida los alérgicos que residen en los pisos elevados. La catedrática Alicia Armentia, miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica y jefa del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Río Hortega explica que esta mayor afectación a personas con viviendas en la parte alta de torres residenciales se constató científicamente en un estudio que analizó a 20.000 pacientes.
«Concluyó que los que viven en pisos bajos están más protegidos... Había una diferencia muy significativa de afectación entre las personas que residían entre la 8ª y la 10ª planta», refiere la especialista. Eso se debe a que con el calor estas partículas de polen se elevan, concentrándose principalmente a la altura de las plantas octava a la décima de los edificios de viviendas. Al caer la tarde cambia la temperatura y el polen tiende a bajar, algo a tener en cuenta para actividades en el exterior.
Se detectan en estos días 475 granos de polen de plátano de sombra por metro cúbico. Es un nivel elevado, pero muy alejado del pico enorme que se registró el año pasado por estas fechas y que casi multiplicó por diez la cifra actual, cuando se alcanzaron los 4.500 gramos por metro cúbico. Es un polen muy alergénico. Procede de una planta que se defiende mucho de los ataques que le resultan tóxicos y esa beligerancia se da también en el polen que produce.
De momento, la clínica que está llegando a las consultas es «moderada», precisa la doctora Armentia. Algo que achaca la especialista en Alergología a que las plantas han recibido gran cantidad de agua, y a menor estrés hídrico los pólenes que producen son menos beligerantes, y a que aún no ha habido muchos episodios de calima con polvo sahariano. Esas intrusiones están formadas por nubes de partículas químicas, pólenes y esporas y empeoran la situación de los alérgicos.
Esa moderación de la situación que presentan los pacientes puede evolucionar. A la concentración elevada ya de polen de plátano de sombra, y moderada creciente de plántago (herbáceas y malezas), se añade una circunstancia climática que puede intensificar la afectación a las personas con alergias. Los meteorólogos dan previsión de tormenta el viernes y los momentos previos a la descarga de estos nublados llevan aparejados episodio de ventoleras que levantan el polen posado en el suelo generando nubes. Hay presencia además de cladosporium, una espora con gran capacidad de provocar alergia y agravar los síntomas del asma por la facilidad con la que es inhalada por su pequeño tamaño. «Las tormentas de San Isidro son clásicas», valora Alicia Armentia sobre estos fenómenos primaverales y el peso en la situación de las personas alérgicas.
Los mapas genéricos que ofrece la Consejería de Sanidad muestran niveles bajo de polen en este momento de las plantas de la familia de los cipreses (cupresáceas) y gramíneas de la familia de la poaceae y rumex (acedera, vinagrera...). Esta última con nivel ascendente a moderado en casi toda Segovia, Zamora y Ávila y en comarcas salmantinas en torno a Béjar y la fronteriza con La Moraña abulense. Las plantas urticarias presentan un nivel moderado de polen en Valladolid, Segovia, Salamanca y la serranía abulense de Gredos, y apenas presencia en el resto de Castilla y León. Y el polen de olivo solo se detecta, y en nivel bajo, en Soria.
Es la fotografía polínica de Castilla y León. Una instantánea que va cambiando según avanza el calendario y en función de las zonas y que se puede consultar en la página web de la Junta de Castilla y León.
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