Agentes de la Policía Nacional y afectados por el cierre de Motos Copa en Valladolid delante de la tienda esta mañana. Alberto Mingueza

Al menos 18 afectados en Valladolid por el cierre por sorpresa de un concesionario de motos

Las víctimas, que no han recibido los vehículos que habían comprado, han denunciado lo ocurrido en la Policía Nacional y en el Juzgado

Lunes, 29 de septiembre 2025, 19:26

Sin dinero y sin vehículo. Es como están los afectados por el cierre por sorpresa del concesionario Motos Copa de Valladolid, donde todavía se anuncian ... las marcas Suzuki, MH Motorhispania, Wottan Motor y MITT. Se han encontrado el establecimiento con la persiana bajada y un cartel en el que, además de informar de que no va a abrir, se pide perdón «por las molestias». Las víctimas, que se han organizado para denunciar conjuntamente por estafa, ascienden ya a al menos 18.

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Se temían lo peor y así ha sido, como manifestaba junto al escaparate Killiam Alexander Alviarez, quien relataba que las motocicletas que encargaron en la tienda del paseo de Juan Carlos I número 109, en algunos casos hace meses, «nunca llegaron» porque según han podido acreditar «nunca se pidieron a la casa madre». Cuando han querido pedir explicaciones al propietario no han podido, porque «el gerente no da la cara, no nos responde ni los mensajes, ni las llamadas, ni los correos», lamentaba. Este periódico ha intentado contactar con Óscar Gómez en su teléfono móvil, el mismo que figura en su negocio, sin conseguirlo.

Pero hay más. «Ha venido por las noches y ha estado sacando motos», asegura Killiam, que señala que viendo el cariz que tomaba la situación optaron por movilizarse a través de las redes sociales pero también con otras iniciativas. «Decidimos hacer una vigilancia como clientes para evitar que vaciara el local y descubrimos que este lunes había enviado a un chico con las llaves para sacar algunas motos y otras cosas», por lo que llamaron a la Policía Nacional para que levantara acta. A esto se suman las denuncias que han interpuesto ante el mismo cuerpo y la tramitación de «un documento en el Juzgado a ver si logramos que precinten el local».

Alviarez estaba pendiente de recibir una MH Motorhispania Tray Touring «por 4.000 euros, que pagué al contado con mi tarjeta», pero a día de hoy «no tengo nada, solo las facturas de compra y los tiques del banco», continuaba. «La compré el 28 de julio y me dijo que en diez días llegaba, después me dijo que agosto era un mes malo por el verano, después que estaba en la Feria (de Muestras)... Y luego cerró. Pero hay personas que están desde abril esperando y tienen 12.000, 13.000 ó 15.000 euros invertidos aquí», detallaba este ciudadano.

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«Fue un regalo de mi mujer»

Entre los que llevan muchos meses sin noticias ni vehículo figura Álvaro Felipe Santos, que manifestaba junto al concesionario que «la moto era para mí, fue un regalo de mi mujer, fue ella quien la compró y quien tramitó la financiación el 19 de mayo». «Pedí un primer modelo, una MITT de 125 porque me gustó, me dijo que llegaría en un mes –en referencia al dueño de Copa– y pasado ese mes vine a qué pasaba con ella y me contó que ya no la fabricaban», exponía. Ante esto, «cambiamos el modelo por una Motorhispania Tray de 125, como la de muchos compañeros» que se encuentran en las mismas circunstancias. El compromiso era que «llegaría a mediados de julio», algo que tampoco ocurrió.

A partir de ese momento se han sucedido las fechas estimadas de recogida y «las excusas», pero lo cierto es que «la moto nunca llegó, nunca supe nada de ella, y nosotros pagamos todos los meses una financiación. Todos los meses nos pasan la cuota, y ahora tenemos que ir en contra de la financiera para de alguna manera poder retener esos cobros. Y al igual que yo muchísima más gente, 18 denuncias hay ya en la Comisaría de la calle Gerona», detallaba este afectado frente a los carteles en los que animan a otros que estén en la misma tesitura a contactar con ellos vía 'e-mail' (en denunciasmotoscopa@gmail.com) porque «la tienda ya no tiene nada expuesto» y «los cascos, los ordenadores y demás están empaquetados en cajas». «Nuestro miedo es quedarnos sin dinero, sin moto y sin nada», reconocía Álvaro Felipe, que cifraba en «más de 5.000 euros» el 'agujero' que les ha hecho esto en el presupuesto familiar.

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Otros 3.500 euros son los que da «por perdidos» David Barajas, que encargó una MH por ese importe a cambio de entregar la suya de segunda mano y pagar la diferencia. Él cumplió su parte, pero fue el único. «Me dijo que la nueva estaba a punto de llegar, me fié un poco de más y le entregué mi moto sin firmar ningún papel, y la ha vendido. Lo tengo denunciado porque supongo que habrá tenido que falsificar mi firma o algo, porque en ningún momento le he autorizado a hacerlo», esgrime. De hecho, lo acordado era que «el cambio de titularidad se hacía cuando me llegara la otra». Y apostilla que ha podido comprobar con Motorhispania que «en ningún momento él había solicitado una moto a mi nombre, por lo que queda acreditado que no tenía ninguna intención de dárnosla».

Sin revisión ni reparación

Entre los que han tenido mejor suerte, entre comillas, figuran los propietarios de dos motocicletas que las habían llevado a ese concesionario de Valladolid en un caso para pasar la revisión, y en el otro para repararla. El hecho de que haya abierto momentáneamente sus puertas durante alrededor de una hora este lunes les ha permitido recuperarlas, aunque haya sido con esas tareas mecánicas sin hacer.

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La primera de ellas era de la Javier Pérez. Su esposa, Olimpia Sánchez, señalaba que «trajimos la moto a finales de julio para hacerle el mantenimiento porque según él (el gerente), si no lo hacíamos aquí perdíamos la garantía, cosa que no es cierta, y desde entonces la ha tenido de exposición montándose todo el mundo y diciendo que era la moto de un amigo que se había ido de vacaciones y se la había dejado para que la gente la viera». Nada más lejos de la realidad. «Hace dos semanas se enteró mi marido de que había cerrado, empezamos a llamarle, no nos cogía el teléfono y como tiene un canal de YouTube lo colgó y a raíz de ahí empezaron a moverse entre todos», zanjaba.

Compuesta y sin arreglar se ha quedado asimismo la de Diego Rodríguez. La recogía su padre Juan Carlos, quien tras felicitarse de que al menos habían podido recuperarla, confirmaba que por el taller no había pasado: «No la ha tocado, la trajimos el lunes después de ferias y no ha hecho nada en quince días», aseveraba antes de llevarla al polígono San Cristóbal en busca de mejores manos. Al mismo sitio se dirigía Alfredo de Castro, que se enteraba sobre la marcha de que Motos Copa había cerrado. Se había acercado hasta la tienda «para comprar unos accesorios y hacer el mantenimiento» y se veía obligado a buscar una alternativa.

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En eso mismo incidía otro ciudadano propietario de una Suzuki a quien no le dio buena espina el local. «En su día cuando fuimos a comprar la moto ya vimos un poco lo que había, y gracias a mi mujer, al final desistimos y fuimos a por ella a Madrid», donde vieron «una negociación más normal, más sincera y transparente». «Puse una reseña en Google comentando mi caso, pero hay para aburrir», remarcaba este aficionado a las dos ruedas que prefiere mantenerse en el anonimato, quien recuerda que «Copa estuvo toda la vida en la calle Alamillos, se cambió a Juan Carlos I –al número 89, aunque antes estuvo en el 25 de Santuario– y allí en 2016 se jubiló el anterior propietario, que dio el negocio a esta persona que es quien se cambió a donde está ahora hace año y medio». El mismo motero sitúa el origen de los problemas en «hace cosa de dos meses, que es cuando yo calculo que le quitaron la concesión de Suzuki», sostiene –efectivamente, Valladolid ya no figura en la página oficial–, lo que le ha llevado a ponerse en contacto con la marca en busca de una solución porque «ahora si queremos cualquier cosa tenemos que ir a Madrid, a 200 kilómetros, o a León».

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