Adiós al oficio para Arturo J. Pinto, peso pesado del periodismo institucional
El recién jubilado es una de las caras más conocidas de la comunicación de Castilla y León tras una larga trayectoria en El Norte, en la Diputación, en la Delegación de Gobierno y en la Junta
Arturo J. Pinto Aguado (Husillos, Palencia 1959), es una de las caras más conocidas en la comunicación institucional de Castilla y León. La suya ha ... sido una vida de entrega a una profesión que le apasiona. Una vida a la que ayer jueves ponía un punto y aparte al despedirse por su jubilación. Siempre es un trago difícil decir adiós a los compañeros a los cuales has visto durante cada día en los últimos años. Pero cuando llega este momento, si los compañeros te despiden como ayer lo hicieron en la Junta de Castilla y León, ese trago se hace mucho más sencillo. Todo fueron abrazos con palmadas en la espalda, llamadas de teléfono y buenos deseos para este periodista de raza. Señal su talento profesional y de su calidad humana.
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Han sido cuatro décadas de trayectoria profesional, que están marcadas por la pasión, la honestidad y por un férreo compromiso «con la libertad, el respeto y la solidaridad». Le picó «el gusanillo» por el periodismo haciendo unas colaboraciones en un periódico palentino. Aquello le animó a estudiar periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Después tuvo su primera oportunidad laboral en un periódico de Palencia, y más tarde en Leganés (Madrid), en un taller de comunicación. Cuando en 1984 El Norte de Castilla le abrió las puertas de su redacción, no se lo pensó dos veces. Primero trabajó como corrector, más tarde como redactor y luego como jefe de la Sección de Provincia. «Fue una etapa muy bonita de mi vida, de la que guardo entrañables recuerdos y en la que conocí a grandes compañeros», recuerda.
En 1995, su presencia en el ámbito institucional se convirtió en un referente para otros muchos profesionales de la comunicación. Durante 17 años fue jefe de Prensa de la Diputación de Valladolid bajo la presidencia de Ramiro Ruiz Medrano. Suyo es el mérito, entre otros, de haber impulsado y mantenido los Premios de Periodismo Provincia de Valladolid que, a día de hoy, siguen reconociendo la importancia del periodismo de provincias y contribuyen a difundir y divulgar los valores de los municipios en los medios de comunicación. Algo en lo que él cree a pies juntillas. «Reconozco que no tenía muy claro lo de irme a trabajar a un gabinete de prensa. Me fui por cuatro años y al final estuve diecisiete. Fue una época de un continuo aprendizaje. El trabajo con los ayuntamientos es muy agradecido. Todo es cuestión de trabajo, compromiso, lealtad y de tratar de ser buena gente», comenta.
En 2012, tras unos meses bajo la presidencia de Jesús Julio Carnero en Diputación, Pinto pasó a ser Director de Comunicación en la Delegación del Gobierno en Castilla y León, cargo que desempeñó con ilusión y entrega. «Aquellos años fueron muy bonitos, aunque también difíciles y frenéticos. Nuestra labor era dar a conocer la labor del Gobierno de España en Castilla y León», subraya.
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De la Delegación del Gobierno dio el paso a la Junta de Castilla y León, donde trabajó como jefe prensa de la Consejería de Agricultura con Milagros Marcos, que también, en aquel momento, era la portavoz del Gobierno. Y de ahí pasó a la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, a las órdenes del consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones. «El trabajo de comunicación institucional es muy agradecido y me ha permitido estar en contacto con los medios de comunicación de toda la región. Nuestra labor consiste en atender a tantos y tantos periodistas que necesitan de nuestra información para su trabajo diario. Hay una parte importantísima de compromiso y lealtad con la institución para la que trabajas, en este caso de la Junta, pero también hay que atender siempre las necesidades y consultas de los compañeros periodistas, siempre con sensibilidad a la hora de tratar determinados temas. Éste es un oficio vocacional y me voy satisfecho de haber sido útil a las instituciones y a esta profesión, así como de haber intentado ser serio, riguroso y honesto», subraya.
En su último día de trabajo, se sintió «emocionado y agradecido» por todas las muestras de cariño recibidas de colegas y compañeros. Este veterano periodista afronta con ilusión esta nueva etapa que vivirá en su pueblo natal, Husillos, acompañado de su mujer y donde le visitarán a menudo sus hijos. Una vuelta a sus orígenes.
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