El achacoso Puente Colgante se liberará del paso de 7.000 vehículos diarios en 2024

Los dos estudios más recientes que se han realizado sobre esta histórica estructura de 1865 -el primero de la empresa Eptisa y más tarde el del arquitecto Óscar Burón- han aconsejado prohibir el tráfico de vehículos ante el deterioro que padece y que obliga a reparaciones continuas desde hace décadas. La idea es permitir únicamente el tránsito de peatones, bicicletas y vehículos de emergencia.

El concejal de Movilidad y Espacio Público, Luis Vélez, explica que ahora se están determinando cuáles serían las mejores soluciones respecto a la plataforma del puente y a su color, ya que a lo largo de sus 157 años de vida ha lucido diferentes tonos (negro, marrón y ocre, principalmente). El Presupuesto municipal del próximo año no consigna una partida para afrontar esta obra, cuyo coste se estima en unos 700.000 euros. «Podríamos licitarlo en el segundo semestre del año que viene y plantearemos la posibilidad de concurrir a alguna convocatoria de fondos europeos o de ayudas a la recuperación del patrimonio», avanza el edil.

«Queríamos tener el proyecto preparado; lo que se busca es una rehabilitación que lo consolide y proteja definitivamente, no podemos seguir con los parches cada dos por tres», subraya el edil. Vélez detalla que durante el próximo ejercicio se aprovechará para iniciar la tramitación de esta intervención con las dos instituciones que tienen que dar su visto bueno a la reforma. Por un lado, la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León al tratarse de un bien catalogado. Y también a la Confederación Hidrográfica del Duero, que tiene que autorizar las obras al ser la entidad competente para cualquier actuación que se vaya a llevar a cabo en el entorno del cauce.

El Ayuntamiento de Valladolid presentó a la Junta, en abril de 2019, el expediente para que este puente y el Mayor fueran declarados Bien de Interés Cultural al reunir ambos pasos sobre el río una gran importancia artística, histórica y arquitectónica. Para el Colgante o Puente de Prado se solicitó la categoría de Monumento por razones de su «singularidad», principalmente por la revolución tecnológica que supuso en 1865 ser el primer puente de hierro de su categoría en España, una infraestructura que se convirtió en imagen de modernidad de la ciudad y que se ha conservado casi íntegramente hasta la actualidad. De momento, el Consistorio sigue esperando una respuesta.

En 1995 la Junta de Castilla y León abordó una restauración completa de la estructura, con la sustitución del piso del tablero con una rejilla metálica para recuperar su ligereza original y un tratamiento anticorrosión. La última intervención de calado se produjo en 2009, cuando el Ayuntamiento de Valladolid lo repintó en color negro con fondos procedentes del Plan E del Gobierno de España. Posteriormente, los operarios municipales lo han visitado en multitud de ocasiones para arreglar los desperfectos en sus aceras y asegurar las rejillas que hacen de calzada para los vehículos que lo atraviesan.

La peatonalización del segundo paso más antiguo sobre el Pisuerga, por detrás del Puente Mayor, obligará también a dar alternativas al tráfico. Según los datos aportados por el Gabinete de Movilidad, la media diaria anual de vehículos que circulan por este tablero sobre el río es de 6.945. Entre semana se superan los 7.000 mientras que los días festivos son unos cinco mil.

Cuando se clasure, la idea es dar acceso a la zona de las calles Estadio y Puente Colgante desde Ultramar. Así, se baraja permitir el giro a la izquierda hacia esta vía desde el puente de Juan de Austria para los coches procedentes de la avenida de Salamanca. Se haría bien con regulación semafórica o en caso de que haya espacio suficiente con una glorieta. Esta solución se planteará en su momento cuando comiencen las obras de restauración y consolidación.