El cardenal Blázquez presenta su libro 'Memoria y gratitud' por los 50 años de su ordenación

El cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, presentará este martes 7 de febrero un libro que recoge sus reflexiones, artículos y conferencias en relación a la Iglesia a partir del Concilio Vaticano II, con motivo del 50 aniversario de su ordenación, que fue el 18 de febrero.

La obra, titulada 'Memoria y gratitud' (Sal Terrae) se presentará a las 20,00 horas en la Sala Borja de Valladolid. Se estructura en tres partes a las que se suma la aportación personal de la experiencia del cardenal al frente de las diócesis de Palencia, Bilbao y Valladolid.

«He recordado mi historia y los acontecimientos en que se inscribe dando gracias a Dios, y en esta rememoración aparecen también personas de las que soy y me reconozco deudor», subraya Blázquez.

De esta forma, repasa 50 años que transcurren durante los papados de Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco y va recorriendo los hitos que jalonan estos papados sin detenerse en ellos cronológicamente sino por el interés y la repercusión eclesial que suscitaron: proclamaciones, encíclicas, escritos o sínodos.

Además, en el libro se encuentran desde reflexiones sobre la secularización en la sociedad actual hasta sobre la representación cultural de la religiosidad popular. Así, por ejemplo, califica la Procesión General del Viernes Santo en Valladolid de «maravillosa, de honda elocuencia, de belleza y asombro».

Secularización

«¡Qué imágenes, qué ritmo, qué música, qué espacio humano y cívico! ¡Qué meditación larga, paciente y profunda!», exclama, para profundizar, a continuación, en la secularización. «Una cosa es tomar el nombre de Dios en vano, o instrumentalizarlo, y otra muy distinta es pretender excluirlo del vocabulario», señala.

Asimismo, pone el ejemplo de la proclamación como rey de Felipe VI en las Cortes Españolas para señalar que «llamó la atención cómo transcurrió desde el punto de vista de los valores religiosos -no así de los valores culturales, artísticos, deportivos- en una perfecta asepsia, como en encefalograma plano».