Don Quijote conquista Rioseco
El mercado de la India Chica rinde homenaje a Cervantes con juegos y recreaciones
Miguel García Marbán
Domingo, 28 de agosto 2016, 12:26
Banderas, pendones, estandartes, telas preciosas y escudos de reyes, nobles e hidalgos, decorando las casas y las calles, anunciaban que era un día importante en la villa y la comarca. Junto a su mesa, el entallador daba forma a la madera; el vidriero se afanaba en soplar para convertir el vidrio fundido en bellos objetos; el grabador, con sus planchas, convertía la tinta, casi por magia, en maravillosos dibujos. Desde sus puestos, los comerciantes ofrecían licores, embutidos, flores, bisutería, juguetes de madera, marroquinería o artículos de cera. En las tabernas se bebía vino de la tierra y se degustaban sabrosas viandas. Los viejos soportales de la Ciudad de los Almirantes se llenaban de músicas, malabares, danzas y fuegos. La villa disfruta de días de gran prosperidad y esplendor.
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Es el magnífico ambiente que ayer se vivió en la localidad de Medina de Rioseco con motivo de la celebración del Mercado de la India Chica, con el que desde hace 20 año el municipio regresa al siglo XVI, cuando, bajo el señorío de los Enríquez, Almirantes de Castilla, se había convertido en una próspera villa a causa de la celebración de dos de las más importantes ferias del reino de Castilla.
La concejala de Cultura, María San José, calificó de gran éxito la primera jornada del mercado con la asistencia de miles de riosecanos y visitantes. Para San José, además de la decoración y la esmerada animación, «el elemento diferenciador de nuestro mercado, en cuanto a todos los demás, es la calle Mayor con sus soportales, por ser un lugar único en el que ya se llevaron a cabo las ferias en el siglo XVI». La concejala quiso destacar «el homenaje que este año hemos hecho a Cervantes y sus personajes».
Los miles de riosecanos y visitantes que recorrieron el mercado en su primer día se encontraron con la grata sorpresa de toparse con Don Quijote y Sancho Panza, invitados de honor en un mercado con un claro ambiente cervantino en el que no faltaron divertidos diálogos entre los dos inmortales personajes, quienes tuvieron el gran honor de dar el pregón de inauguración, con una invitación a «divertirse, a pasarlo bien, a comer y a beber, a comprar en los puestos y a participar en las actividades programadas».
De especial interés para los visitantes fueron los talleres de grabado en papel, patchword, bolillos, chocolate artesano, soplado en vidrio, indumentaria tradicional, creación de murales o torneado en madera, además de dos talleres infantiles. Por su parte los niños pudieron disfrutar en el atrio de la iglesia de Santa Cruz del Rincón de los infantes, donde estaba el tiovivo, el taller de pintacaras, la ludoteca con juegos gigantes o el cuentacuentos. Juegos que también había en la calle Mayor en el Rincón infantil de El Capricho.
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Con la noche, llegó la magia del fuego, primero con un atractivo pasacalles entre los puestos y los soportales, más tarde, en la plaza Mayor, y como colofón a la jornada, con el espectáculo Los hijos de Drako, en el que la pirotecnia, los malabares, el baile y el teatro se unieron para recordar a los aquelarres medievales y sus brujas.
Medina de Rioseco continuará hoy con el viaje en el tiempo a su historia más esplendorosa. De nuevo, músicas y malabares se darán la mano con mercaderes y artesanos en un atractivo ambiente en el que Don Quijote y Sancho Panza y sus geniales diálogos volverán a brillar con luz propia.
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