La crecida del Esgueva deja cortado el acceso al río desde Barrio España

Los únicos daños visibles causados por las crecidas experimentadas esta semana por el Pisuerga y el Esgueva a su paso por la capital se encuentran en el tramo de este último que discurre entre la avenida de Palencia y la calle Cardenal Torquemada, es decir, entre los barrios de España y La Rondilla. El agua arrastró allí «la tierra por debajo de los baldosines de sus paseos inferiores», lo que llevó a la Policía Municipal a clausurar el miércoles por la noche las escaleras de acceso al cauce situadas a la altura de la calle Olmo a la espera de que los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) revisen este tramo y evalúen la situación. «Existe un riesgo evidente para los peatones y por eso se mantienen acordonados estos puntos», resumieron fuentes policiales antes de apelar a la responsabilidad de los ciudadanos a la hora de evitar estos paseos.

Precisamente el descenso del caudal del Esgueva, que ayer arrastraba un caudal de 6,44 metros cúbicos por segundo el lunes alcanzó un pico de 13,92, permitió detectar el destrozo una vez que las aguas del hermano pequeño del Pisuerga volvieron a su cauce y dejaron al descubierto, al menos en este tramo, sus paseos inferiores. «Los accesos se mantendrán precintados hasta que nos comuniquen que ha desaparecido el riesgo de hundimientos», anticipan desde el 092.