Unas madres juegan con su hija durante la celebración de la jornada.

«Mis mamás me miman»

Fundación Triángulo reúne a veinte parejas con hijos en el primer encuentro regional de familias homoparentales

v. m. v.

Lunes, 30 de noviembre 2015, 13:17

Es un cuaderno de caligrafía, de esos con líneas paralelas para que los niños aprendan a escribir con las letras redondas. «Mi amigo Luis tiene dos papás», dice una frase. «Mis mamás se quieren mucho», pone otra. «Mamá Clara mima a mamá Rosa», apunta una tercera. Fundación Triángulo repartió ayer este cuadernillo durante la celebración del primer encuentro de familias LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) de Castilla y León, organizadas con el objetivo de lograr «mejoras en las políticas de diversidad familiar en la escuela».

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«La diversidad ni es una asignatura ni algo que se deba estudiar con una hora a la semana. Tiene que ser una forma de entender la educación que contemple todas las realidades», explica Ana Muñoz, voluntaria de Fundación Triángulo, junto con su mujer, madres de dos chavales («en nuestro caso, adoptados»)de 18 y 12 años. Y Ana pone ejemplos, pequeños detalles para contribuir a esa igualdad. «Nuestras familias no salen en los libros de texto. Cuando vas a rellenar la ficha de inscripción, en los coles ponen las casillas de padre y madre».Muñoz entiende que, si desde muy pronto las escuelas trabajan en esta línea, se evitarán después muchos conflictos vinculados a la homofobia.

Desde Fundación Triángulo explican que estos problemas afloran, sobre todo, en la adolescencia. De ahí la necesidad de trabajar la diversidad desde los primeros cursos en los colegios, como explica Yolanda Rodríguez, voluntaria de la asociación y presentadora de estas jornadas, que han contado con la participación de maestros, responsables de sindicatos educativos, psicólogos y sexólogos. María Eugenia Martín es profesora de educación especial y defiende que estas formas de familia deben integrarse con naturalidad en el cole. «La única diferencia es que los miembros de la pareja son del mismo sexo. Da igual la estructura, porque lo importante es la relación entre sus miembros», indica Martín, quien recuerda que «todos los estudios el más importante es el de Susan Golombok, elaborado durante 30 años con 14.000 hogares concluyen que los hijos de familias homoparentales tienen el mismo desarrollo y ajuste social». «Esta es una de las primeras mentiras que hay romper. Tengo dos hijos. No son gays. El único efecto de tener dos padres o dos madres, y está demostrado, es que sus hijos son más tolerantes», añade Ana.

Marina Echevarría, doctora y profesora titular de Derecho, recuerda que la aprobación, en 2005, de la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo resolvió muchos problemas de normalización encaminada a la igualdad legal. «Casi todos los participantes en el encuentro tienen hijos menores de 10 años. Después de contraer matrimonio, el siguiente paso para muchas parejas es tener hijos». La mayoría opta por la reproducción asistida y la adoptación nacional («no podemos acudir a la internacional por las trabas de los países de origen de los niños», explican)y piden una regulación sobre la gestación subrogada.

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