Cruz Roja promociona los museos con visitas guiadas por voluntarios

El reloj de la plaza de Santa Cruz marcaba las once en punto y un grupo de unas 40 personas atravesaban la puertas del edificio Rector Tejerina. Esta vez no eran alumnos que acudían para efectuar cualquier gestión relativa a sus estudios. Tampoco eran clientes potenciales de la tienda de la Universidad de Valladolid, allí ubicada.

Estas personas venían para visitar el Museo de la Universidad. Habían llegado de la mano de Cruz Roja que, por tercer año consecutivo, ha organizado el programa Un verano conociendo tu ciudad, donde los participantes del proyecto realizan rutas por los entresijos de la ciudad y visitan sus museos.

Durante los jueves de agosto, las personas que asisten al Espacio de Mayores de Cruz Roja disfrutan de estas actividades acompañados de guías turísticos profesionales. En el caso de que no haya ninguno disponible, los voluntarios de la organización cumplen con esta función a la perfección. Ya habían recorrido el casco histórico de la ciudad, visitado el Museo Nacional de Escultura, «un clásico en esta actividad», según los voluntarios, así como el Palacio de Villena para ver la exposición temporal Tiempos de melancolía. Creación y desengaño en la España del Siglo de Oro, una muestra que reúne más de 70 obras de arte, medicina, filosofía, astronomía, música, botánica y literatura, que componen una polifonía en torno al sentimiento melancólico de la cultura de los siglos XVI y XVII.

Este pasado jueves le tocó el turno al Museo de la Universidad, que incluye obras artísticas y otros objetos de la institución académica, acumulados a lo largo de su historia, como pinturas, esculturas, libros, documentos, fotografías o planos, entre otros.

En este caso, la visita no contó con un guía profesional, pero Óscar Esteban, uno de los voluntarios de la organización, ejerció sus funciones. Caminaba por entre las obras del museo explicando a los visitantes los entresijos de cada una de las piezas como si lo hubiese hecho cada día, domingos y festivos incluidos, de los últimos 20 años por lo menos.

Esteban apunta que «este es uno de los pocos museos» que les quedaban por visitar dentro de la ciudad. Y es que tres veranos dan para mucho. Una de las personas que acudieron con Cruz Roja fue Luisa, que había «acudido a todas las visitas anteriores». Le encantan estas salidas porque le «gusta mucho ver estas cosas», aunque dice que no entiende. «Tengo dos hijos que han estudiado en esta Universidad, por lo que es un motivo añadido para mí. Estas son cosas que hay que ver», sentencia.

De su brazo, durante el recorrido, «la mejor compañía» que se había podido echar, en palabras de ella misma, Pedro, uno de los voluntarios de Cruz Roja desde hace cuatro años, que no muestra atisbo de duda al manifestar: «Ojalá hubiese empezado antes.» Para Pedro, acompañar a estos mayores durante sus visitas y en los distintos talleres y actividades del resto del año «es motivo de satisfacción», y aumenta su «autoestima. Se lo recomiendo a todo el mundo».

Juntos se paraban a contemplar los distintos objetos que forman parte de la extensa colección del museo y comentaban las características de los mismos, llegando incluso a hacer algún chascarrillo que despertaba una sonrisa en sus caras. Una muestra total de sintonía y entretenimiento.

Las visitas no terminan aquí. Aún tienen una programada para el jueves próximo, en el que acudirán a ver las dependencias del museo de la Academia de Caballería. Tanto Luisa como Pedro admiten estar entusiasmados con esta iniciativa y tener «muchas ganas» de ir.

Programa durante el año

Y cuando el curso vuelva a empezar, el Programa de Mayores no detendrá su actividad. Nada más lejos de la realidad. A partir del próximo 17 de septiembre, Cruz Roja reanudará sus actividades grupales dentro del programa de Ayuda a Domicilio Complementaria que incluyen Paseos Saludables, el Espacio Mayores, charlas programadas y tertulias, y los distintos talleres como el de nuevas tecnologías, el de iniciación a las tablets y el destinado a ejercitar la memoria.

Este programa está dirigido, según Esteban, «tanto a la actuación como a la prevención, ya que hay gente que está muy bien y otra que está peor». Las personas mayores pueden acceder a estas actividades de manera gratuita, ya que cuentan con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a través del IRPF. Solo hay que inscribirse en Cruz Roja.