Carlos Suárez obsequia a Wamba con un pregón sentido y pegado a la tierra

El presidente del Real Valladolid agradeció la invitación de una villa que se declara forofa del equipo

laura negro

Sábado, 15 de agosto 2015, 09:56

Ante una plaza mayor abarrotada de peñistas, vecinos y visitantes, José Luis Álvarez, alcalde de Wamba, salió al balcón del Ayuntamiento junto al pregonero de este año, Carlos Suárez, presidente del Real Valladolid, a quien agradeció su presencia porque «es un honor contar con Carlos Suárez en Wamba, pueblo donde existe una gran afición futbolística y, muy especialmente, al Real Valladolid». «Estamos muy agradecidos de que haya asumido con tanta ilusión el reto de pregonar nuestras fiestas y auguramos una gran temporada para el Real Valladolid», continuó el alcalde para ceder la palabra al pregonero, aunque antes tuvo unas emotivas palabras para el recientemente fallecido Lalo García, «siempre le recordaremos con cariño, ya que también pasó por este balcón para ser nuestro pregonero», dijo.

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El presidente del Real Valladolid y destacado exbaloncestista de origen leonés, que se caracterizaba en la pista por su precisión, mostró esa misma seguridad en un discurso conciso, que sorprendió al público al arrancarse con un soneto, en el que recordó a antiguos pregoneros de la villa, como el grupo Candeal, Enrique Mato y José Ignacio Foces, subdirector de El Norte de Castilla y quien acudió al acto. A lo largo de su intervención, Suárez mostró el afecto que siente por Wamba y agradeció en repetidas ocasiones el encargo de inaugurar las fiestas porque le había hecho «ilusión». Aseguró sentirse a gusto en el pueblo, «por estar cercano al estadio, porque según me cuentan, sois todos del Real Valladolid, o casi todos, y porque habéis tenido un gran equipo de fútbol. Además, cuando he necesitado alguna gracia divina para mi equipo ante algún partido difícil, he peregrinado a la Santa Espina y mi primera parada siempre ha sido Wamba», recalcó.

No se olvidó de mencionar monumentos importantes de la villa, como son la iglesia de Santa María y su osario, la ermita de la Virgen de la Encina y el Cristo del Humilladero, e incluso, con buen humor, reconoció que «hasta que llegué a esta provincia, hace ahora 14 años, siempre pensé que Wamba era solo uno de los muchísimos reyes Godos de esa terrible lista nos hacían aprender en el colegio», bromeó.

Aprovechó para animar a todos a disfrutar de estos días de divertimento: «Vamos a disfrutar de la fiesta, de la risa, de la algarabía, de la música y de los encierros. Y mañana [por hoy] de la misa y de la procesión, que para algo es la Virgen», concluía muy animado, a lo que los wambeños respondieron con aplausos.

Suárez, que también lanzó el chupinazo, fue obsequiado por la Corporación municipal con una escultura de la iglesia de Santa María de Wamba. «Es ilusionante que en los pueblos te reciban así de bien», concluía el orador, a quien fueron a escuchar Ramiro Ruiz Medrano, vicepresidente de las Cortes, los diputados provinciales Félix Velasco y Natividad Casares y el presidente de la Mancomunidad de Torozos, José Antonio González.

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Tras el pregón se proclamaron al rey y la reina de las fiestas, honor que recayó en Santiago Benito y Lucía Manrique.

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