Bodas de plata con premio

Se denomina Red Integrada de Servicios para Personas con Discapacidad y se traduce en un conjunto de iniciativas que tienen mucho que aportar en los proyectos vitales de quienes padecen discapacidad intelectual, en su inserción laboral, en su consecución de una vida independiente, en su estipulación global o su inclusión social, sin olvidar el respaldo a las familias. Se trata, en definitiva, de un plan que ha logrado incorporar la discapacidad en la cadena de valor de la Diputación de Valladolid o, como explica gráficamente el jefe del servicio de Acción Social, Aurelio Baró, «que está siempre a disposición del cliente del medio rural. No se le ofrecen servicios, se le pregunta qué es lo que necesita y se ejecutan las adaptaciones necesarias».

Esta forma de entender la atención a la discapacidad con una estructura en red, formada por todos los servicios de la provincia, que comparten una misma orientación aunque tienen autonomía en su funcionamiento, y organizada en torno a las propias personas con discapacidad, sus familias, los profesionales y los representantes de entidades dio sus primeros pasos hace un cuarto de siglo y ahora, en plena madurez, esta siendo reconocida como un referente nacional. Si en 2013 recibió el premio Solidarios de la ONCE, el pasado noviembre se convirtió en la primera institución provincial española finalista de los Ability Awards de Telefónica, prestigiosos galardones que llevan tres años reconociendo el compromiso social de empresas e instituciones en este campo.

Aunque finalmente no recibió el primer premio, la institución cuenta desde el pasado lunes con el sello que la acredita como Organización Ability, un distintivo que pasará a exhibir en sus dependencias y que atestigua que «las cosas se hacen bien» y que, como expresó la Reina Letizia el día de la entrega «la discapacidad no es un problema, sino una realidad que exige un esfuerzo común de todos». El sello es el final de un camino que comenzó a recorrerse en abril, con la solicitud oficial. De todas aquellas inscripciones públicas y privadas solo medio millar pasaron a la fase de auditoría y, de ellas, solo una de cada diez resultó merecedora del certificado que, en el caso de la Diputación, le señala como una de las mejores entidades públicas en la atención a la discapacidad. «Es un reconocimiento en el máximo nivel nacional, concedido por unos premios con el máximo grado de exigencia y prestigio y además un acicate para continuar trabajando en la mejora del modelo de atención a la discapacidad en el medio rural, que creo que es lo que engrandece nuestra labor: la atención que se realiza de forma diaria a personas residentes en más de setenta pequeños municipios dispersos a lo largo y ancho de tres provincias», explica Baró.

La red rural está integrada por 16 servicios de los que son titulares diez ayuntamientos. Cuenta con doce servicios destinados a personas con discapacidad intelectual: nueve talleres ocupacionales en los municipios de Cigales, Íscar, Medina de Rioseco, Mojados, Nava del Rey, Peñafiel, Tordesillas, Tudela de Duero, Villalón de Campos; un centro de día en Villalón; dos viviendas tuteladas, una en Villalón de Campos y otra Peñafiel. A ellos hay que unir los cuatro talleres prelaborales orientados a personas con enfermedad mental en Peñafiel, Tudela de Duero, Rueda y el de Medina de Rioseco, inaugurado hace tan solo unas semanas.

Aunque los servicios tienen capacidad para 239 plazas, en la actualidad hay 180 usuarios, con edades entre 20 y 64 años, y procedentes de más 70 municipios de tres provincias diferentes, «lo que engrandece más la labor de los diez ayuntamientos titulares, que no dudan en prestar servicios de calidad para personas no residentes en sus localidades», reza la memoria, en la que se recuerda que la institución cuenta para ello con diez vehículos que adaptan sus rutas a las necesidades de los usuarios. De los actuales, la gran mayoría tienen discapacidad intelectual y el resto son personas con enfermedad mental.

Los talleres ocupacionales y prelaborales, realizan actividades productivas en diversos sectores: artes gráficas, jardinería y horticultura, buzoneo, artesanía del cuero, auxiliar de la industria, etc. Todos los productos que se producen al amparo de la red están protegidos por la marca común Productos Campechano y son vendidos en los propios talleres, así como en los diferentes mercados tradicionales o medievales que se organizan en distintos municipios del mundo rural.

La red propiamente dicha se complementa con los convenios suscritos por la Diputación con la Fundación Personas y con el Ayuntamiento de Medina. El de la primera (antes Fundación Asprona) se remonta a 1998 y se traduce en que dicha entidad asume el mantenimiento asistencial y residencial de 15 personas con discapacidad intelectual. En el segundo caso, el acuerdo permite mantener las plazas residenciales en la residencia Primitivo Mielgo de Medina y sufragar los gastos de transporte de personas de la comarca medinense, a los talleres ocupacionales y al aula de atención temprana de esta localidad.