La humedad y una fuga de agua causan un socavón en la vinoteca del centro de Tordesillas
El Ayuntamiento llama la atención a los particulares para que mantengan en condiciones este tipo de dependencias
p. g.
Viernes, 9 de enero 2015, 10:37
Nadie podía imaginar que a cinco meses de haber abierto, la vinoteca Caprichos de la Reina Juana de Tordesillas tuviera que cerrar sus puertas durante más de tres meses debido al gran socavón que se ha producido en la bodega subterránea enclavada bajo su suelo. Una posible fuga provocada en una tubería y el no manteamiento de la bodega que atraviesa toda la calle San Pedro, y que se une con otras criptas de la Plaza Mayor y de la calle Santa María, son las causas que baraja el propietario de este negocio, Ignacio Gómez, quien mostró su disgusto al ver cómo su negocio recién creado y dando su primeros pasos en firme tendrá que colgar el cartel de cerrado por reformas.
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«Nosotros abrimos la tienda el 4 de agosto con mucha ilusión ya que decidimos apostar por este negocio», explica Gómez, el que no deja de atender las llamadas telefónicas para solicitar una pequeña tregua «hasta que encuentre otro local donde poder instalarme de manera temporal».
Por el momento, este emprendedor ha tenido que paralizar la puesta en marcha de su página 'on line' y espera que dentro de tres meses pueda regresar a este local una vez que se arregle todo en condiciones para que no vuelva a pasar.
El suceso ocurrió durante la noche de Reyes, cuando de manera inesperada el suelo se abrió y con el desapareció todo el mostrador del establecimiento. Además, el local ha sufrido más pérdidas ya que debido a la presión de que la bodega se tragara todo el suelo, el escaparate se ha despegado y doblado hacía el interior del establecimiento y toda la zona de catas, en las que Gómez ha realizado más de una docena de eventos, se encuentra con mucha humedad y polvo.
Por el momento Gómez, empezará a desmontar la tienda lo antes posible para reubicar todos los productos y los vinos más caros (en la vinoteca había botellas con precios que oscilaban entre los 800 y 1.000 euros). Lo que no podrá salvar ha sido la caja registradora, tres botellas de espumoso y dos carpetas repletas de facturas que «han caído por el socavón».
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También la heladería
Además del socavón de Gómez, el propietario de la mítica heladería Baonza de Tordesillas también se encuentra estos días achicando el agua de su bodega. Según Javier Baonza «todas las bodegas se comunican ya que el casco histórico de Tordesillas esta hueco por lo que tenemos que tener mucho cuidado». A pesar de que su negocio no esta en peligro ya que la bodega estaría sobre una casa particular, este hostelero calculó en más de un metro y medio la cantidad de agua acumulada durante la jornada de ayer.
Por su parte el alcalde, José Antonio González Poncela, quien reconoce la multitud de problemas que las bodegas han ocasionado en la localidad, mostró su preocupación ya que «todo el casco histórico de Tordesillas está hueco y este tipo de accidentes que no son nuevos para nosotros y que siempre los hemos tenido son un motivo de preocupación».
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Además de hacer un llamamiento a los propietarios de las bodegas para que «se preocupen de su mantenimiento y más en estas fechas en las que las humedades son muchas», González Poncela puso a disposición de los afectados los servicios municipales ya que «nosotros intentaremos ayudar en todo lo que podamos».
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