Críticos de UPyD exigen un congreso ante la pérdida de apoyo ciudadano

«La tercera vía para España es indispensable y Unión Progreso y Democracia tiene la posibilidad de serlo, de situarse entre los viejos partidos corruptos y el nuevo populismo». Este mensaje lo recalca Enrique Calvet, cabeza visible del sector crítico de la formación liderada por Rosa Díez, quien ayer viajó a Valladolid para recabar apoyo de la militancia con el objetivo de exigir al aparato la convocatoria de un congreso extraordinario urgente tras el varapalo electoral de la europeas de mayo y la pérdida de apoyo ciudadano.

A su juicio, la falta de reacción de la dirección ante una afiliación que se ha convertido en una «birria esmirriada» obliga a un reacción urgente. Con apenas 6.000 inscritos en toda España, según sus cifras 900 de ellos en Castilla y León, esta facción renovadora, considera indispensable celebrar un encuentro al más alto nivel para impulsar su mensaje. Aseguran los críticos que se ha producido «un total desenfoque y desaprovechamiento» de su presencia en las instituciones, así como una desaparición de ideas que son el pilar de este partido: un modelo de España «como una unidad de ciudadanos libres e iguales», una apuesta clara por «recuperar las competencias estatales en Educación, Sanidad, Justicia y Ordenación Territorial» para cumplir de manera efectiva ese principio o una defensa firme de «un sistema regenerado democráticamente y desgajado de la corrupción sistémica». ¿Para ello es necesario relevar a Rosa Díez al frente de esta formación? «Su trabajo y experiencia para formar el partido es muy loable, podría ser una gran presidenta de honor, pero es fundamental una renovación de las áreas ejecutivas, que lo intenten otros», subraya.