Las ratas invaden el entorno de la Cuesta de la Maruquesa

«A mí me da miedo salir a la calle por la noche» cuenta indignada María Luisa Fraile, vecina de la Cuesta de la Maruquesa. La razón de este miedo: las ratas. Estas pasean a sus anchas por la calles del cerro, y más ahora que llega el calor.

Los vecinos están «hartos» y exigen una solución inmediata ya que tras numerosas y reiteradas llamadas al 010, el número del Ayuntamiento que se encarga de recoger entre otras cosas las reclamaciones de los vallisoletanos, la situación sigue igual. «Desde el Ayuntamiento no hacen más que darnos largas. Llamamos al 010 y lo único que nos dicen es que pasarán el aviso pero aquí todo sigue igual y nadie hace nada porque esto cambie», narra Félix Alberto Martínez, también vecino de la Cuesta de la Maruquesa, que ve pasear las ratas por delante de la puerta de su casa cada día. «Hay días que he contado hasta doce ratas juntas en frente de mi casa. Me asomo a la ventana y las veo», añade el afectado.

Ante la falta de actuación del Ayuntamiento, el vecindario no ha tenido otro remedio que actuar por su cuenta y crear sus propias trampas para cazar a los animales. «Cogemos un cartón y le echamos pegamento para ratas con un trocito de queso o algo de comida. De momento han caído dos ratas pero esto debería hacerlo el Ayuntamiento, no nosotros», cuenta Purificación Martínez, otra de las perjudicadas. Y añade que «no se meten en las casas porque las puertas están cerradas, si no, irían directas». Y dice más. «El otro día estaba en la acera de enfrente de mi casa y tuve que ir corriendo a cerrar la puerta porque vi que iba a meterse. Y esto no solo me pasa a mí, a mi vecina le pasó lo mismo y ella tiene una niña».

En cuanto al tamaño de estos animales, que no dudan en enfrentarse a los habitantes de la Cuesta de la Maruquesa y atemorizarlos cuando pasean por las calles, los vecinos aseguran que «las hay del tamaño de un gato».

Sin embargo, esta no es la única especie que habita en este cerro, y es que, tal y como cuenta Félix «aquí hay más especies que en el Parque Natural del Serengeti, además de ratas tenemos cucarachas y culebras, es una vergüenza». «Yo en mi casa cada día barro dos docenas de cucarachas», añade.

Los habitantes de este cerro, perteneciente al barrio de La Victoria, dicen sentirse «abandonados». «Yo también pago mis impuestos como todos los vallisoletanos y tengo derecho a vivir en un sitio en el que no haya ratas ni cucarachas ni culebras cuando salga a dar un paseo», declara indignada Mercedes Tordable, otra de las vecinas de la Cuesta de la Maruquesa.

Por esta razón se reclama que se corte la maleza en la que habitan los roedores, que se encuentra en una situación de dejadez, y que las autoridades pongan cepos para coger a estos animales.