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Zapatero y Óscar López, en el mitin del PSOE en las municipales y autonómicas de mayo, en León.
LA ESPITA

Zapatero, 'ora pro nobis'

J. I. FOCES

Jueves, 17 de noviembre 2011, 01:32

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C uentan que en un pueblo terracampino sus habitantes llevaban varios meses sin ver una gota de agua. Alarmados y al borde de la desesperación, un grupo de agricultores se dirigieron al párroco para pedirle sacar al patrón en procesión, cantarle una letanía de esas a las que se contesta en latín 'ora pro nobis' cada vez que el sacerdote dice el nombre de un santo, y ver si obraba el milagro de que cayera la tan ansiada lluvia. El cura, socarrón porque después de tantos meses sin llover se acordaran del santo, salió a la calle, miró al cielo y les dijo: «Si quieren que saquemos al santo en procesión, lo sacamos, pero no parece que esté de llover».

Imposible fue ayer no acordarse de esta historia al recibir en la redacción la confirmación de que José Luis Rodríguez Zapatero visitará Soria hoy al mediodía, donde comerá con afiliados y simpatizantes. Este acto ha sido añadido a ultimísima hora en la campaña socialista de Castilla y León y se une a la visita que esta noche hará el presidente a Ávila, añadida a la campaña después del, hasta el sábado pasado, mitin central del PSOE en la capital abulense.

Al comienzo de la campaña solo estaba previsto que el presidente leonés apoyase a los socialistas de su tierra en el cierre de campaña en León. Fue algo que sorprendió por el terrible mensaje que enviaba a la masa electoral: los socialistas querían mantener alejado a su presidente y, no se olvide, aún secretario general federal. Alejado. Llevar de mitin en mitin al responsable de unas políticas que han acabado por dejar a España con cinco millones de parados les parecía que iba a ser contraproducente. Pero, en corto y por derecho, transmitían también la sensación de cierto avergonzamiento, qué digo cierto, notable avergonzamiento.

Pero a ultimísima hora echan mano de Zapatero para garantizar la lluvia de votos ante la sequía que auguraba la encuesta del CIS del inicio de campaña, aquella que anunciaba la posibilidad de que los socialistas perdiesen sus escaños de Soria y Ávila. Ese informe demoscópico cayó el día 4 en el PSOE como un obús en una taza de café. Es electoralmente imposible que pueda suceder; tendría que haber casi tres votos al PP en esas provincias por cada uno al PSOE. Es más probable que Óscar López sea el portavoz socialista en el Senado. Eso al menos llega desde Ferraz, donde ayer temblaron los cimientos al desatarse la batalla por el relevo de Zapatero.

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