La Fiscalía archiva tres denuncias por bebés robados al no hallar pruebas
Dos hechos habrían ocurrido en el Río Hortega en 1967 y 1984 y el otro, en la clínica del Sagrado Corazón en el año 1973
J. MORENO
Lunes, 5 de septiembre 2011, 04:03
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No hay indicios de delito suficientes, ni en algunos casos testimonios vivos, ni documentación que permita arrancar una investigación si realmente los hechos denunciados por dos madres y un padre ocurrieron de verdad.
La Fiscalía de Valladolid ha decidido archivar tres denuncias que a comienzos de 2011 presentaron dos mujeres y un hombre en las que se pedía que se investigasen el robo de niños recién nacidos con el objetivo de darlos luego en adopción. El archivo del Ministerio Público deja, no obstante, abierta la posibilidad de que se puedan presentar las denuncias ante los juzgados de Instrucción de la capital.
Las averiguaciones fueron encargadas a la Policía Judicial y se refieren a dos casos supuestamente ocurridos en la residencia Río Hortega (antes denominada Onésimo Redondo). El primero de ellos se sitúa en octubre de 1967 cuando la madre denunciante aseguró que después de dar a luz en ese centro un médico pidió a una enfermera que se lo llevara ya que estaba muy enfermo. La madre aseguró que no llegó a comprobar si el bebé era niño o niña. Dos días después, una enfermera comunicó al esposo que el pequeño había fallecido, y le indicó que acudiese a una funeraria a comprar el ataúd para realizar el enterramiento del recién nacido.
Los padres aseguraron que dos hombres vestidos de enfermeros se presentaron con el féretro sin que pudieran ver si dentro iba el cadáver. En este caso, la investigación ha acreditado tras acceder a la historia clínica que el nacimiento con problemas físicos se produjo, y que existe una inscripción en el Legajo de Abortos y una posterior inhumación en el cementerio del Carmen. Sin embargo, la indagación ha topado con que el médico que la atendió ha muerto y la matrona dijo a la Policía no recordar los hechos. La empresa Nevasa no ha podido fijar dónde se le enterró.
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En el segundo caso del Río Hortega, el padre denunció que su hijo de siete meses nació en septiembre de 1984 y que consta certificado de que fue inhumado. Aunque el denunciante, que no vio el cuerpo, señaló que fue el personal de la planta de maternidad el que le dijo que no inscribiese al bebé en el Libro de Familia, los investigadores recuerdan que ello es conforme a lo recogido en el artículo 30 del Código Civil, según el cual «para los efectos civiles solo se reputará nacido el feto que tuviera figura y viviera 24 horas enteramente desprendido del seno materno».
La falta de más datos también se ha producido en la investigación sobre otro parto que ocurrió en febrero de 1973 en la clínica Sagrado Corazón. En este caso se trató de una joven que dio a luz una niña en un piso de las Delicias, siendo asistida por un ATS y una matrona.
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La mujer fue trasladada luego a la clínica en donde, según relató, la madre superiora le hizo firmar unos papeles que no sabía que eran ni nadie le indicó si la niña murió o fue dada en adopción. El testimonio de un ATS recoge que la familia de la joven estaba disgustada por el embarazo, y que por mediación de una matrona se habría dado el bebé en adopción con el consentimiento de la madre. El médico también ha fallecido y ni la Junta ni la antigua Casa Cuna tienen constancia documental de esta adopción. La identidad de las monjas se desconoce.
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