Más Fidelidad que transgresión
'La Shica' ofreció anoche en San Benito una visión de la copla basada en el respeto y en la singularidad
ROBERTO TERNE
Viernes, 29 de julio 2011, 15:02
Tal como sugiere el contenido de su último trabajo, el actual directo de La Shica está más cerca de la progresión que de la transgresión. No es lo mismo cruzar la raya que torcerla. Y ni tan siquiera esto último es algo que plantea la propuesta de la artista ceutí. O al menos no de una manera constante a lo largo de todo el espectáculo.
Ante un aforo medio formado por público adulto y medianamente juvenil, Elsa Rovayo alias 'La Shica' subió al escenario de San Benito con más sencillez de la esperada. No solo en cuanto a cuestiones de fusión sino también de ejecución musical. En directo se acompaña por un trío de los básicos formado por guitarra clásica, bajo y batería con cajón. Y enlo referente a tipo de repertorio bien puede decirse que la artista aboga por un ritmo lento, pausado y estudiado más que por una exaltada concatenación de pasiones, sentires, ritmos y fusiones sin rumbo. A veces se agradece que la fusión se ponga un límite a sí mismo. Y si lo de 'La Shica' se cataloga de eclecticismo, éste es de los contenidos. No cabe duda.
Si el 'quid' de La Shica está en buena parte en ese equilibrio entre el riesgo y el respeto, quizás la inflexión está en algunas selecciones obvias de coplas clásicas. Y si hablamos de respeto y obviedad, eso es que no queda nada para llegar a lo estándar más que a la modernidad de la que se nos avisa previamente.
La Shica comenzó la noche con una garantía: 'Pena, penita, pena' dejando en el ambiente olor a 'Flores' pero con tímida marca de la casa. La artista rápidamente recurrió a la cosecha propia sacando de la chistera uno de sus temas más desgarradores como es 'Asesino' dedicado a la temática de las mujeres maltratadas. Quizás fue el tema más experimental incluyendo guitarras 'reverse' y ritmos densos. Con ese tema La Shica introdujo danza y zapateados que estarían presentes en temas más dinámicos y positivos. El desparpajo es algo que también domina. Por eso mismo presentó en inglés una sevillana corredera de Lebrija ironizando sobre lo que a veces el pueblo ignora de sí mismo.
Más versiones clásicas llegaron con 'Fumando espero' donde ella se hizo cargo del bajo a través de otro personaje inventado por ella misma. Fue el momento en el que se introdujo una melódica para aportar variaciones a un clásico entre los clásicos con un toque de humor... «Es un placer sensual fumar, sobre todo ahora... con un plumas y jodida de frío en la puta calle»
Llegaron más versiones. 'La Bien pagá' apareció en los últimos momentos del concierto improvisando al final a modo de rap. En este sentido es harto complicado superar el listón de intérpretes precedentes (Carlos Cano) cuando se trata además de canciones tan capitales.
Por suerte hubo cosecha propia destacable en la que además contó con la participación del público. Fue con 'Tu patrás y yo palante' como era de esperar. Otra de las canciones propias más aplaudidas de la noche fue 'Te quiero mucho pero no para todos los días'... quizás su canción más popular hasta la fecha. No cabe duda de que La Shica dispone de varios temas propios que aportan picos necesarios en un show que peca de cierta horizontalidad y lentitud. ¿Quién sabe? Quizás esta ralentización o planicie se deba también en parte a la ausencia de más musicalidad sobre el escenario. Percusiones y algo de atrezzo no vendrían nada mal a una artista que se sale del guión estrictamente musical. Bastante de dramaturgia tiene la copla. Y teatralidad es lo que no le falta a la artista. Será cuestión de tiempo y de medios lo que culminará lo que ahora es un intento.
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