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SONIA QUINTANA
Viernes, 20 de mayo 2011, 09:42
«En una negociación siempre se espera más, pero he de decir que en nuestro caso el Ayuntamiento se ha portado como un señor y han cumplido su palabra al 100%». Así de rotundo se mostró Felipe González, presidente de la junta directiva de la Asociación de Industriales del Mercado del Val, tras recibir el respaldo del 93% de los comerciantes de la lonja más antigua de la ciudad para rubricar hoy el convenio marco de colaboración con el Consistorio destinado al desarrollo del proyecto de rehabilitación del edificio del mercado. Tras varios años de negociación -el primer proyecto data de marzo de 2007-, y si se cumplen los plazos previstos, el nuevo Mercado del Val estará en funcionamiento en junio de 2013.
«No éramos los únicos interesados. El Ayuntamiento tenía más 'novias' para este proyecto», puntualiza González. La primera, y más ambiciosa, la empresa que gestiona el renovado Mercado de San Miguel, en Madrid. «Queremos que el Val sea el mercado de referencia de Castilla y León, e incluso competir con el de San Miguel, en cuanto a vistas y formato. Va a ser un proyecto muy ambicioso; pero lo que nosotros no podemos es perder nunca la esencia de mercado. San Miguel no es mercado, es una sala de visitas con restaurantes. Nosotros pretendemos que el Mercado del Val siga siendo mercado porque el mercado está vivo, independientemente de que se pueda mejorar», explica el presidente de la asociación de industriales.
Las obras de reforma, cuya duración dependerá de si finalmente se hace un aparcamiento subterráneo o no, dejarán 50 puestos de aproximadamente 19 metros cuadrados cada uno. Nueve establecimientos menos que en la actualidad. Pero no todos los que están seguirán tras la rehabilitación del edificio de hierro de mediados del siglo XIX. «Conociendo a mi gente, calculo que nos faltarán unos 10 o 12 industriales», señala González. Con esta premisa, el presidente de la Asociación de Industriales del Val adelanta que, entre los nuevos inquilinos, habrá un restaurante, cuatro bares de tapas y una floristería. «El tema del aparcamiento subterráneo está en el aire. Todavía tenemos hasta diciembre para encontrar una empresa interesada», añade González.
Ampliación de horarios
El restaurante -situado en la entreplanta del edificio-, los bares y la floristería no serán las únicas novedades de la lonja vallisoletana. «Queremos que haya la mayor variedad posible», suscribe el representante de los industriales. Los comerciantes pretenden también un espacio para acoger cursos, catas y conferencias gastronómicas. «Queremos hacer cocina en vivo. Que la gente no solo compre la carne o el pescado, sino darle ideas nuevas para cocinarlos. Queremos sacar el mercado a la calle», apostilla. «La idea es tener un buen servicio a domicilio centralizado y ampliar el horario. El horario de apertura de ahora -de 9:00 a 14:30 horas- coincide con el de las amas de casa que también trabajan fuera del hogar. La idea es ampliarlo, incluso de diez de la mañana a diez de la noche ciertos días, seguramente los viernes. También abriremos alguna tarde», comenta el presidente de la asociación.
Este acercamiento a la calle también será físico. El anteproyecto de rehabilitación y ampliación del Mercado del Val propone acristalar las paredes laterales. «Estamos en una pequeña 'lucha' con Patrimonio, que es quien tiene la última palabra, pero estamos convencidos de que se acabará pudiendo hacer así», explica González. «Queremos que el mercado se vea desde el exterior y potenciar su vista», argumenta el portavoz de los comerciantes, contento por el apoyo recibido por sus colegas. Solo cinco industriales han dicho 'no'. El Ayuntamiento garantiza a los industriales que hayan decidido no vincularse al proyecto su reubicación en otro mercado municipal «en las condiciones mínimas fijadas en el Reglamento del Servicio Municipal de Mercados de Abastos». Diez años de concesión de la explotación, frente a los 50, a canon cero, que han conseguido los industriales que mantengan sus puestos en el Val.
«Un palacio encantado»
Cada industrial deberá pagar 60.000 euros para la reforma, además del coste que a cada uno le suponga 'redecorar' sus nuevos 19 metros cuadrados. La Asociación de Industriales del Mercado del Val correrá con los gastos mensuales del mantenimiento del edificio, que calculan en unos 400 euros por cabeza. Mientras duren las obras -de seis meses a tres años, dependiendo de si se hace o no el aparcamiento- el Ayuntamiento se compromete, en el acuerdo que firmarán hoy, a reubicar «conjuntamente y en un mismo espacio provisional» a los industriales que hayan decidido vincularse al proyecto de rehabilitación, en el caso de ser necesario el abandono provisional del mismo. «Se sigue hablando de la Feria de Muestras pero se barajan también otras opciones», concluye Felipe González.
Sea como fuere, tal y como apuntaba la crónica de EL NORTE DE CASTILLA del 17 de febrero de 1883, dos días después de la inauguración oficial del edificio; 130 años y unos meses después, en junio de 2013, Ayuntamiento y comerciantes esperan que el Mercado del Val vuelva a asemejarse «a uno de esos palacios encantados de los cuentos de hadas», como lo describió el cronista de la época.
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