EN DIAGONAL

Simba acaba con Scar

ROSA BELMONTE

Martes, 3 de mayo 2011, 02:22

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Si la muerte de Bin Laden hubiera sido cosa de Zapatero, la oposición habría dicho que era para desviar la atención del paro y otros desastres. Igual que cuando se detuvo a la Pantoja. Pero la operación que ha acabado con el enemigo más claro de EE UU tiene poca contestación. El Rey León ha matado a Scar y nadie pone pegas. Si acaso porque se haya tardado diez años y dos administraciones. ¿Qué se ha liquidado a un hombre? Pero si ni siquiera nos ha preocupado el hijo menor de Gadafi... Es verdad que ver a tantos jóvenes en Washington o Nueva York gritando «iuesei, iuesei» (o sea, «USA, USA») resultaba inquietante. No era el triunfo de un equipo nacional en los Juegos Olímpicos, parecía la culminación de un destino nacional, casi una misión religiosa. Es el patriotismo que llevó a muchos estadounidenses a alistarse. Según el gran Bertrand Russell, los patriotas siempre hablan de morir por su país y nunca de matar por su país. A veces.

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