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N. CABALLERO
Domingo, 20 de marzo 2011, 02:08
El consumo de lechazo es una tradición muy arraigada en Navidades, aunque también durante el resto del año está presente en los hogares castellanos y leoneses. La Junta de Castilla y León pretende traspasar la estacionalidad de este producto y que el consumidor sepa distinguir de verdad los lechazos criados en la comunidad autónoma de aquellos que proceden de otros países y regiones. Por ese motivo, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha promovido por segundo año consecutivo una campaña que llevará el lechazo de calidad de Tierra de Sabor a 741 supermercados de toda España durante los meses de marzo y abril. Los productores destacan que la alta calidad de la carne de los lechazos de la comunidad autónoma se basa en la alimentación de los animales, dado que solo ingieren la leche de la madre y esta se alimentan de los pastos y rastrojeras de la región.
El lechazo es uno de los productos estrella de la comunidad, se comercializa con un peso de entre los 4,5 y los 7 kilogramos, tiene un máximo de 45 días y es alimentado exclusivamente con leche materna. Este producto tiene una destacada importancia para la agricultura y ganadería de la región, dado que genera cerca de 96 millones de euros al año al sector ganadero.
Un total de 741 establecimientos comerciales de las cadenas El Árbol, Makro, Pascual Hermanos, Hipercor, El Corte Inglés, Sabeco, Alcampo, Eroski y Carrefour promueven ya el consumo de este producto de calidad diferenciada de la región. En la promoción participan 10 operadores comerciales de lechazo de Castilla y León adheridos a Tierra de Sabor, dos más que en la campaña del año 2010, y un total de 2.150 ganaderos.
El pasado año, esta acción permitió incrementar el 114% las ventas de los kilogramos de lechazo en las cadenas participantes en la promoción respecto al año anterior. Incluso, los productores de lechazo de calidad Castilla y León esperan que ese año la campaña funcione mejor porque son mejores fechas, dado que en 2010 se promovió en los meses de mayo y junio. «Este dato confirma que se consiguió el objetivo de romper la estacionalidad del productos al vender una gran cantidad de lechazo fuera de la época navideña», subrayó la pasada semana la consejera de Agricultura Ganadería, Silvia Clemente, a la hora de presentar la nueva acción promocional ante los representantes de las figuras de calidad y los operadores comerciales.
La Sociedad Cooperativa Colear Castilla y León, adscrita a Tierra de Sabor, comercializa más de 200.000 lechazos al año con Indicación Geográfica Protegida (IGP Lechazo de Castilla y León), con Marca de Garantía de la Meseta Castellano Leonesa y con la marca de calidad propia Lear. Su gerente, Jesús Fraile, subraya que la alimentación tiene una importancia fundamental en la calidad de la carne por los pastos que come la madre y porque el cordero solo se alimenta de leche materna. «Es importante que el consumidor aprenda a reconocer los lechazos que son de verdad de Castilla y León, gracias a las etiquetas, porque entran de otros países, como Francia, Italia y Grecia, cuya carne no tiene la misma calidad», añade, antes de destacar que «la campaña de Tierra de Sabor está haciendo una gran labor».
Valentín Sánchez es consejero delegado del Grupo Cárnico Magnus, una empresa zamorana que sacrifica al año medio millón de unidades de ganado ovino (lechazos y corderos). Desde su punto de vista, el lechazo de Castilla y León es excepcional «por su sabor y su textura». Dos cualidades que atribuye al hecho de que los lechazos estén alimentados con la leche de la oveja, por esa razón «es una carne muy jugosa». Además, a su vez, los animales adultos siguen saliendo al campo y se alimentan de los pastos y piensos de buena calidad». En esta empresa utilizan dos procesos, o bien compran los animales para sacrificarlos en su matadero o bien los engordan en sus granjas, situadas a cinco kilómetros del matadero.
Lechazo saludable
Pero, en la actualidad, existe una importante investigación en marcha que ha sido emprendida por el ganadero Alberto García Torés para obtener lechazos más saludables de manera que su ingesta se hace menos pesada. «Regalé 200 cuartos de lechazo, incluso a gente que no lo come porque le resulta pesado, y me dijeron que habían hecho mucho mejor la digestión». En su explotación de Olmedo, los corderitos son separados de la madre tras el parto y son alimentados a biberón. Se les aporta vitaminas como a los niños y calostro pasteurizado durante dos días, a continuación se les alimenta con leche desnatada de vaca, aceites vegetales, omega 3 y ácido linoléico. El resultado es que se mejoran los perfiles grasos y la carne es más suave, pero por el momento no se comercializa.
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