La abadesa sube a la pasarela de la mano de Pablo y Mayaya

Eligieron Burgos para debutar en solitario sobre la pasarela con sus colecciones de sombreros y tocados y el tiempo ha demostrado que aquella fue una decisión acertada: su desfile es uno de los más esperados cada edición de la Pasarela de la Moda de Castilla y León. Ayer, le tocó el turno a la invernal 'Primera clase', las propuestas primaverales de esta colección que ya tuvieron su momento de gloria en la edición de septiembre de Madrid Cibeles Fashion junto al paraíso en blanco y negro del fotógrafo Helmut Newton que inspiró a Andrés Sardá. Inspirada en el lujo de la 'haute couture' de los años cincuenta, Pablo y Mayaya proponen pamelas, sombreros, turbantes, casquetes y tocados realizados con terciopelos, crines, sinamay, tul y plumas de faisán. El rosa empolvado, el beige dorado, el frambuesa, el naranja quemado, el azul agua y el plata son los colores con los que los vallisoletanos tiñen sus espectaculares propuestas para el próximo Otoño-Invierno.

Entre las piezas de la próxima temporada se 'coló' ayer una muy especial: la abadesa, tocado que realizaron para la exposición 'Cada idea cobra sentido una cabeza', con la que celebraron, en la Sala de La Pasión de Valladolid, sus primeros veinte años como sombrereros. En esta ocasión muchos han sido los diseñadores que han querido colaborar con Pablo y Mayaya cediendo sus prendas para el desfile; desde Andrés Sardá a Ion Fiz pasando por José Castro, Nicolás Vaudelet, Maya Hansen o Martín Lamothe.

De entre los sombreros más impresionantes que ayer desfilaron en Burgos, una pamela naranja de sinamay adornada con una enorme flor fucsia o un tocado rojo adornado con un lazo gigante, que lució la modelo Madeleine Hörj. Como buenos artistas Pablo y Mayaya se permitieron varias licencias que dejaron al público con la boca abierta. Entre ellas una creación inspirada en los cascos de los gladiadores, una araña gigante y un tocado-abanico de novia con el que cerraron el desfile.