Eri sostiene en brazos a su pequeña en presencia de Iñaki Coello, padre de la niña. :: ANTONIO QUINTERO
VALLADOLID

El último bebé del año

Eri e Iñaki aún no han decidido el nombre de su primera hija, nacida antes de las uvas

SONIA QUINTANA

Domingo, 2 de enero 2011, 02:57

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La pequeña vino al mundo cuando todavía quedaban casi dos horas para que sonaran las doce campanadas que daban la bienvenida al 2011 y decían adiós al 2010, pero sus padres este año no han comido las uvas. «Ni siquiera nos dimos cuenta de que habíamos cambiado de año hasta que no empezamos a oír los petardos», cuenta Iñaki Coello, de 34 años, padre del último bebé del año nacido en Valladolid. Su mujer, Eri Kimura, dio a luz a su primera hija a las 22.15 horas pero estaban tan cansados después del parto -«sin epidural», apostilla la madre desde la cama- que «perdimos la conciencia de la hora y no nos enteramos del cambio de año», añade Iñaki.

Mónica y Antonio es la otra pareja protagonista del día. Su bebé, Ángel, ha sido el primer vallisoletano del 2011. Ángel nació en el Hospital de Medina del Campo a las 4.50 horas y pesó 3,3 kilos. Sus padres han preferido «mantener la intimidad de un momento tan especial» y no hacer declaraciones ni permitir tomar imágenes del recién nacido. Eri e Iñaki tampoco son muy partidarios de verse en el periódico pero acceden porque están seguros de que para su hija será un bonito recuerdo.

La pareja, ella, japonesa, de Okayama; él, castellano, de Valladolid, ayer por la mañana aún no habían decidido el nombre de su pequeña «para desesperación de la familia», confiesa Iñaki, técnico de piano como su mujer. «Queríamos verle la cara antes de decidir el nombre y como el registro nos da ocho días, seguimos pensando», dice Iñaki. La abuela paterna, Coro Gómez, está encantada con su primera nieta y deseando que la pareja la bautice. «A mí me encanta Mar, además está tan guapa toda de azul», sostiene mientras destapa al bebé con el pijamita del Sacyl en tonos azules. El abuela paterno, Silvano, hermano del ceramista vallisoletano, también está encantado con la niña, que ha pesado 3,225.

El Año del Tigre

Para los padres de Eri también es su primera nieta. Anoche ya les enviamos fotos por correo electrónico pero los abuelos maternos todavía no se han manifestado sobre los parecidos. «Tiene la cara del abuelo, la boca del padre y mi nariz», asegura la feliz madre, de 33 años. «Ha nacido cuando en Japón ya era Año Nuevo, así que en España es la última pero en Japón es la primera», cuenta Eri. «En Japón terminamos el Año del Tigre y empezamos el del Conejo, pero yo prefiero que sea 'tigre' porque los niños que nacen en el Año del Tigre tienen más suerte en la vida», explica Eri. Y no ha empezado mal porque su pequeña llega con uno de los últimos 'cheques bebé' bajo el brazo. «La esperábamos para el 18 de enero, así que ni siquiera habíamos pensado en el dinero», dice el padre. «Será todo para ella», asegura la madre.

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