Diego Arenales, a la izquierda, y Víctor Hugo Gutiérrez, en el Centro Cultural Provincial, donde exponen sus obras. :: MERCHE DE LA FUENTE
PALENCIA

La identidad buscada

El Centro Cultural Provincial reúne una obra creativa e impactante de dos jóvenes licenciados en Bellas Artes Diego Arenales y Víctor Hugo Gutiérrez exponen sus mitos apócrifos

FERNANDO CABALLERO

Sábado, 11 de diciembre 2010, 10:50

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El Centro Cultural Provincial de la Diputación alberga una exposición de dos pintores vallisoletanos que trabajan una producción diferenciadas, pero que han coincidido en mostrar sus trabajos en Palencia con el título colectivo de 'Mitos apócrifos' -o su versión en inglés-. Nos encontramos ante una exposición de dos jóvenes licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca: Diego Arenales Veganzones (Peñafiel, 1984) y Víctor Hugo Gutiérrez Vaquero (Valladolid, 1981). A ambos les une la preocupación por los problemas de identidad -el primero una identidad vinculada con la historia del arte, y en concreto de algunos temas religiosos, y el segundo por una identidad más personal- y por la revisión de los mitos clásicos o populares. Los dos artistas invitan a la reflexión, y lo hacen desde una posición privilegiada como creadores que no vacilan en titular sus cuadros en inglés para mantener una distancia clara con el espectador de sus imágenes, aunque algunos aparecen en castellano,

Diego Arenales trabaja una figuración de impacto, de imágenes modernas que representan motivos de la pintura clásica religiosa. Con una técnica de acrílico sobre papel, fundamentalmente, el artista toma como modelos fotografías actuales, recogidas de la prensa de sucesos o del ingente mundo de Internet, para descontextualizarlas y presentarlas con una dimensión religiosa. Así, aparecen mártires, cristos yacentes, sacrificios, la flagelación, el prendimiento o la lamentación. Mártires de hoy que sufren físicamente son, por ejemplo, los 16 rostros que forman el políptico creado a base de imágenes de cadáveres sin identificar recogidos en México. Eso sí, esa dimensión religiosa se materializa gráficamente desde una posición más que de respeto, de no agresión. Podrán sorprender, pero no constituyen imágenes irreverentes, trasgresoras o provocativas.

Obras nuevas de temas viejos

El arte religioso se convierte en este caso en un pretexto para crear obras nuevas sobre temas viejos, pero vigentes en la mentalidad colectiva actual. Lo violencia contemplada por el público e incluso por los fotógrafos es una de las preocupaciones de Arenales Veganzones. ¿Si no sorprende la imagen clásica de un martirio o un sacrificio con un decapitado incluido, por qué va a hacerlo con figurantes de hoy? Con esta pregunta como premisa, el pintor crea unas composiciones de personajes actuales que remiten a escenas clásicas con una intencionalidad meramente creativa, de impacto en el espectador, convencido como está de que el mensaje a un lado y a otro del tiempo es el mismo, a pesar de que el espectador y la sociedad han cambiado radicalmente.

Víctor Hugo Gutiérrez es un pintor ya conocido en Palencia. Expuso este año en Expo Aire, en una muestra colectiva de artistas jóvenes del grupo Muriel, y en el 2007 en la Concejalía de Cultura, en una muestra titulada 'Las transformaciones de Llorenzt'. Procedente del expresionismo abstracto y de una pintura gestual, ahora se embarca en este proyecto colectivo junto con su amigo Diego Arenales. Su obra más reciente es la que enlaza con la obra de su compañero. Se trata del tríptico 'Eva y Adán', que constituye una visión más agresiva y crítica de la religión que la de Arenales. Eva aparece representada como una mujer atada y sumisa; Adán, desnudo y con una máscara antigás, impropia del paraíso en el que supuestamente viven, simbolizado en el paisaje del cuadro central, de tonos grises y neutros.

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La obra de Gutiérrez Vaquero se estructura en función del soporte, pintura por un lado de impresiones digitales y fotográficas por otro. De la primera destaca el contraste entre una figuración femenina en la que el rostro aparece borrado, impersonal, pixelado, frente a estructuras abstractas basadas en la geometría o en los restos del expresionismo abstracto que ha empleado con más profusión en épocas anteriores. La observación permanente y vigilada a la que se ven sometidos los seres humanos figura como una profunda preocupación del pintor en cuadros donde alcanza protagonismo un ojo o un avión no tripulado. De las técnicas digitales llama la atención el soporte de metal y de cajas de luz que en ocasiones emplea para reflejar temas como los mitos clásicos (Perséfone, Venus, Leviatán) en un mundo de soledad para esos personajes que pueblan sus cuadros.

Diego Arenales y Víctor Hugo Gutiérrez ofrecen dos propuestas complementarias muy atractivas por su capacidad de crear imágenes impactantes y de combinar técnicas que evidencian un dominio de los recursos plásticos, todo ello en aras a provocar una reflexión en el espectador sobre los temas que proponen o sugieren: la identidad, la revisión del arte religioso o el 'gran hermano' vigilante.

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