La cajera asesinada en el atraco de Cambrils estaba tras un vidrio y el disparo entró por la bandeja de seguridad

La empleada fallecida anteayer durante un atraco en Cambrils, Estela Calduch, de 25 años, ejercía en ese momento de cajera y se encontraba protegida por un vidrio blindado, por lo que el disparo que acabó con su vida entró por la bandeja de seguridad, según las primeraas investigaciones. Estela Calduch trabajaba en la sucursal del Banco Santander de la calle Roger de Llúria de Cambrils en el departamento de atención al cliente, por lo que siempre ocupaba una mesa situada a la entrada, y sin ninguna protección. Sin embargo, anteayer sustituía a un compañero, el cajero, que no había ido a trabajar, y ocupó su lugar como responsable de la caja, detrás de los vidrios blindados que protegen a los empleados que están en contacto con el dinero.

Así, al llegar los atracadores y pedir el dinero, Estela, según estas fuentes, accedió a sus deseos, pero no llegó a entregárselo porque uno de los atracadores disparó por el hueco existente entre el cristal y la bandeja de seguridad con la que el cliente y el empleado se intercambian dinero o documentos. La bala así disparada le afectó directamente a una arteria y Estela murió desangrada en la misma sucursal.

Agentes de los Mossos d'Esquadra enseñaron ayer a diversos comerciantes de Cambrils fotos extraídas de la cámara de seguridad de la sucursal del Banco Santander que fue atracada, que muestran a dos hombres, disfrazados con peluca y barba y bigote postizos, para poder detener a los atracadores.

Botín da el pésame

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, trasladó ayer su «más profundo pésame» a la familia de la empleada de su entidad bancaria fallecida en el atraco. Botín inició así su intervención en el XIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra en el Palacio de Festivales de Santander.