Polémica incómoda

La mayor empresa galletera de Europa se encuentra en la provincia de Palencia, en concreto, y como no podía ser de otra forma, en Aguilar de Campoo. Se llama Gullón y tiene otra condición muy importante: es una de las pocas empresas en las que se mantiene la propiedad en manos de una misma familia. Las cifras son espectaculares: emplea a 450 personas, 800 si se cuentan empleos indirectos, y en 2009 produjo 110 millones de kilos de galletas y facturó 162 millones de euros.

Con todo ello, las dos fábricas de Gullón constituyen una de las principales fuentes de riqueza económica de la provincia de Palencia. Sin embargo, el conflicto que mantienen desde hace meses la ex presidenta del consejo de administración, María Teresa Rodríguez Sáinz-Rozas, y el ex director general, Juan Miguel Martínez Gabaldón, contra algunos hijos y hermanos de la primera está siendo vista con preocupación entre los trabajadores y la propia villa aguilarense.

El espectáculo de la reunión del consejo de administración en el interior de un coche fue calificado por la alcaldesa de Aguilar, María José Ortega, como «bochornoso», mientras que el presidente del comité de empresa, José Luis Bustamente, reconocía sentir «vergüenza propia». Los enfrentamientos no agradan a los aguilenses, además de suponer un desembolso extraordinario en gastos de abogados por ambas partes. La ostentación que se hace en los medios de comunicación de estas disputas no hace más que aumentar el malestar, especialmente de los trabajadores.

Sería deseable que amaine lo antes posible este duro e intenso temporal, que la dirección se centre en gestionar la empresa y que, sea quien sea, la dirija el más preparado para elaborar y vender galletas. La batalla en los juzgados y en los medios debe desaparecer para que Gullón deje de identificarse con la polémica y la disputa familiar. Lo agradecerán los centenares de trabajadores que tiene y también la comarca entera de Aguilar de Campoo.