El verdadero rostro de Colón

La apariencia física de Cristóbal Colón poco o nada tiene que ver con la que ha trascendido históricamente, basada en descripciones de grabados y pinturas. Jesús Varela Marcos, director delCentro de Estudios de América, de la Casa Colón de Valladolid, se muestra taxativo y se remite al estudio 'Las nuevas caras de Colón', que ha presentado recientemente en el XVII Congreso Internacional sobre Descubrimientos y Cartografía -celebrado en Tordesillas- para desvelar que los otros rostros que se han atribuido al Almirante son, cuando menos, «fantasiosos».

Tanto, que propone como la imagen más fiel a la realidad la de un retrato aparecido en el 'Libro de los privilegios' de 1502, escrito sobre pergamino y que encargó a un copista el propio descubridor, a modo de currículum en el que presentaba argumentos con vistas a conseguir un mayorazgo para su familia dando cuenta de las mercedes que esperaba recibir de los Reyes Católicos.

Pero la peripecia para indagar en el enigma del rostro de Colón comenzó nada más llegar a Jesús Varela la noticia que refería un diario italiano. En ella se contaba que un investigador había conseguido dar con el 'nuevo' rostro de Colón a partir del estudio de una de las cuatro copias del 'Libro de los privilegios' guardado en el Archivo General de Génova (en París y en Nueva York se conservan otras dos y la cuarta está en paradero desconocido). «Tengo acceso a esa noticia y me pongo a investigar», relata el también catedrático de Historia de América de la UVA. «Y veo que en esa copia del 'Libro de los privilegios' aparecen dos imágenes y no una, como se había revelado».

Su siguiente paso en la investigación fue acudir directamente a la obra original del 'Libro de los privilegios', de 1498, escrito en Sevilla y conservado actualmente en el Archivo General de Indias, donde realizó la comprobación in situ. «En este original existen dibujados unos perfiles de caras del personaje hechos con tinta, que se colocan a lo largo del manuscrito exclusivamente en aquellos textos en los que se especifica que Colón es Almirante, visorrey y gobernador».

En opinión de Varela, estas cuatro caras pueden dar idea de una imagen simplista del descubridor, que en la copia de 1502 se va a expresar de forma más concreta y específica «en un retrato de influencia leonardina que aparece en la letra capitular del inicio de un documento». Su teoría se sustenta en la reflexión de que parece más que probable que la intención, tanto del copista como de quien mandó hacer las copias de 1502 (Colón) no es otra que cimentar en la imagen la idea de mayorazgo, de ahí que aparezcan dos caras: «Una de un personaje entrado en años, y otra de un joven explorador o conquistador», establece Jesús Varela, llegando a la conclusión de que, probablemente, «en el pretendido mayorazgo, el mayor fuera Cristóbal Colón y el segundo, su hijo Diego». Esto implica dar por válidas las imágenes del Almirante que aparecen en el 'Libro de los privilegios' de 1498 y en la copia de 1502, un nuevo rostro del descubridor que, en su opinión, poco tiene que ver con los pintados en cuadros y grabados a lo largo de los últimos 500 años.

Una omisión de siglos

El director de la Casa de Colón atribuye la ausencia de retratos auténticos del Almirante a que «tenemos nuestra historia sin investigar». Pero lo más sorprendente es que desde que en 1498 se escribió el 'Libro de los privilegios' no se había reparado en estos retratos del descubridor del Nuevo Mundo, circunstancia que Jesús Varela achaca a que a menudo, cuando se investiga, se recurre a facsímiles o copias en lugar de acudir a los auténticos originales. «Ni yo, que me dedico a Colón, fui a ver el texto original a Sevilla hasta que no hice la comprobación definitiva. Ha sido una omisión de siglos», admite.