Cuatro especies de pinos

Tal y como su propio nombre indica, no se puede hablar de la localidad de Zarzuela sin tener en cuenta sus amplios bosques de pinos. Enclavada en el corazón de la Tierra de Pinares y rodeada por éstos, que además de paisaje y naturaleza, han dotado a la localidad durante siglos de materia prima para la subsistencia de sus habitantes.

Sendas naturales y rutas a través de estos pinares hacen que los bosques de la localidad cobren nueva vida, especialmente durante los fines de semana de primavera y otoño, cuando el tiempo invita a pasear, recorrer y conocer la naturaleza del municipio, junto al que se encuentra el monte Común Grande de las Pegueras, el mayor de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar.

En los alrededores de Zarzuela se sitúa la senda que recorre los parajes de El Manzano y Sotocivieco. Se trata de un camino con un trazado rectangular, que transcurre por un pinar resinero, tan habitual en la zona, hasta llegar al cañón del Cega, en el que se descubre un bosque de ribera con especies diferentes ya, como los chopos.

En esta zona se encuentra una caseta de resineros, junto a la cual se pueden observar cuatro especies de pinos, de las siete que habitan en España de forma natural. Pinos negrales, resineros, albares y piñoneros que mezclan en sus ramas a especies como cucos y ruiseñores.

Sin embargo, si lo que quiere el visitante es disfrutar con las vistas, existe un punto que ha sido denominado como la vigía sobre el Mar de Pinares. Se encuentra junto a las ruinas de la antigua ermita de San Cebrián, en el límite con el término municipal de Fuentepelayo, desde donde se puede observar la masa forestal de toda la zona, el verdadero océano de los bosques de pino de la comarca.

Las rutas y sendas han conseguido que el turismo de naturaleza sea clave en esta zona, aunque los aprovechamientos del pinar en Zarzuela continúan siendo los de hace decenas de años. Y es que q pesar de la crisis que casi terminó con la actividad resinera, existen vecinos del municipio que aún trabajan en este oficio, lo que ya es muy difícil de ver. Sin embargo las esperanzas están puestas nuevamente en el pinar negral, ya que la demanda de productos derivados de la resina es creciente. Con ella se elabora la colofonia, que entre otras utilidades se halla en la tinta de los periódicos, en cosméticos y en pintura de señalización vial. Por ello las esperanzas de muchos vecinos de la localidad se sitúan nuevamente en el pinar, tal y como fue la principal forma de vida de los vecinos del municipio durante muchos años. De hecho, a mediados del siglo XIX la localidad contaba con una gran fábrica para la obtención de productos como pez negra, aguarrás, colofonia e incienso.

Posiblemente los amantes de la naturaleza conozcan parte de los bosques o sendas mencionados, pero en la provincia la localidad de Zarzuela del Pinar es mucho más conocida por una actividad que comenzó en el año 1996 y que con el paso del tiempo ha experimentado un gran auge.

Se trata del Belén Viviente, una iniciativa que partió de la Asociación Cultural La Peguera y que contó con una respuesta masiva por parte de los propios vecinos, que se implican de una forma increíble para dar vida a la escenificación de varios momentos de la biblia, destacando el nacimiento de Jesús.

Lo que nació como una actividad más del y para el pueblo, se ha convertido en todo un evento social y cada año decenas de visitantes acuden hasta Zarzuela del Pinar para recorrer sus calles y conocer un Belén Viviente con gran fama. El secreto es la participación cada vez mayor de los vecinos, no sólo en la representación, sino también en la organización y puesta en marcha de los decorados o las vestimentas de los vecinos que dan vida a este pequeño pueblo que un día al año se convierte en Belén.

La primera referencia que se tiene de la localidad de Zarzuela del Pinar, se remonta al año 1210 y en ella aparece nombrado como Sarçuela, término que fue evolucionando hasta el actual Zarzuela, nombre que llega de la abundancia de zarzas en la zona. El 'apellido' Del Pinar' se comenzó a utilizar en el siglo XVI por la abundancia de bosques con estos árboles.