¡Una de sellos, por favor!

En pocos bares de la ciudad se puede pedir una de sellos sin que el camarero de turno mire raro al cliente. Es lo que ocurría en un pequeño local de la calle Covadonga, entre las plazas de Luis Braille y Batallas. La Policía Nacional llevaba semanas investigando el negocio y el sábado decidió inspeccionarlo: en su interior intervinieron todo tipo de drogas, casi tantas como las existentes en el mercado. Las más llamativas, quizás, fueron las dosis de LSD impregnadas en microsellos -los conocidos 'tripis'-. Allí había nada menos que 1.160.

La intervención comenzó en la madrugada del viernes al sábado con la detención de la camarera del bar 'No rules', I. F. G.; continuó el lunes siguiente con el arresto del propietario, R. J. O. O., y culminó el martes con el registro de su domicilio y la intervención de más sustancias estupefacientes.

En el establecimiento y en la casa del hostelero intervinieron los agentes distintas cantidades de cocaína, heroína, hachís, marihuana, ácido, LSD, hongos alucinógenos, éxtasis, MDMA y otras sustancias, algunas de corte, pendientes de analizar. Eso además de 2.580 euros en efectivos y distintos útiles para manipular las drogas -recortes de plástico, alambre, cinta aislante y una balanza electrónico de precisión-.

Fuentes policiales destacaron que las drogas incautadas en el local de la calle Covadonga estaban repartidas por distintos armarios «abiertos» tanto al alcance de los clientes como en la zona reservada. En un primer momento sólo fue arrestada la camarera, que el martes ingresó en prisión después de prestar declaración ante el juez, y su jefe no pudo ser localizado hasta dos días después. Lo sorprendente en que su vivienda tenía todavía dosis, en menor cantidad, de las mismas sustancias intervenidas en el bar junto a diversa documentación sobre esta actividad delictiva.

Quince euros por dosis

Sólo los 1.160 microsellos impregnados con LSD hubieran alcanzado en el mercado un valor de 17.400 euros vendidos por dosis (15 euros por unidad). El resto de sustancias intervenidas arrojaron un peso total de 348,1 gramos. La Subdelegación del Gobierno solicitó «la suspensión de la actividad y la clausura del establecimiento» de Batallas.