Lastrado por el reto de la reconstrucción

Iba a ser el regreso triunfal de la derecha tras veinte años de gobierno de la concertación entre socialistas y democristianos. El primer paso de un proyecto ambicioso que pretendía colocar a Chile entre los países del primer mundo. Pero la naturaleza le jugó una mala pasada al flamante presidente, Sebastián Piñera, que deberá afrontar el reto de la reconstrucción después del fuerte terremoto que aún mantiene en vilo a los chilenos con sus fuertes y continuas réplicas.

Con una fortuna estimada por la revista 'Forbes' en 2.200 millones de dólares (más de 1.600 millones de euros), Piñera está considerado como uno de los quinientos hombres más ricos del mundo. Había prometido vender el 11% de las acciones que mantenía en la que fue su empresa estrella, la aerolínea Lan, antes del 11 de marzo, pero el seísmo retrasó sus planes. Eso sí, el mandatario conservador ha decidido conservar el equipo de fútbol Colo-Colo y traspasó a una fundación la administración del grupo de medios Chilevisión y de la clínica privada Las Condes, en Santiago.

Ahora su principal empresa será la reconstrucción de Chile que según estimaciones privadas podría requerir inversiones públicas y privadas por 22.000 millones de euros. Consciente del desafío, el primer acto de gobierno de Piñera tras tomar juramento a sus ministros fue trasladarse a Constitución, una de las ciudades más golpeadas por el terremoto de febrero.

A pesar de que no era este el escenario con el que había fantaseado, Piñera cumplió un sueño al ser elegido presidente el 17 de enero con el 51,6% de los votos en segunda vuelta. Con su triunfo, la derecha vuelve al poder en Chile a través de las urnas después de casi medio siglo y se despide la Concertación que ha gobernado el país durante dos décadas tras 17 años de brutal dictadura.