Algunos cofrades atraviesan la Plaza Mayor. Al fondo, el Ayuntamiento-

Medinaceli: La codiciada Medina Slim

Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y León ·

Romanos, árabes y cristianos se disputaron esta localidad que hoy guarda las huellas de todos ellos

el norte

Domingo, 5 de julio 2020, 15:44

Medinaceli no es una villa cualquiera: su gran peculiaridad es que en ella encontramos una mezcla entre su pasado y su presente, entre una ciudad medieval y una moderna. Fue en sus orígenes un pequeño poblado romano y celtibérico, que posteriormente fue conquistado por musulmanes. Justo en ese momento el poblado pasó a llamarse Medina Slim y a lo largo de la historia ha ido almacenando restos arquitectónicos y culturales de todas las civilizaciones que pasaron por allí. Eso es precisamente lo que le da un encanto tan especial y lo que le concede la declaración de Conjunto Histórico-Artístico.

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Arriba, Cristo de Medinaceli; interior de la Colegiata y Ermita del Humilladero.

El Arco Romano es el primer atractivo que nos encontramos. Del siglo I d.C, recibe el rango de Bien de Interés Cultural desde 1930. La Plaza Mayor alcanza los 5.000 metros cuadrados. Es el antiguo Foro Romano. Al este se sitúa el palacio Ducal y al sur, la alhóndiga. El palacio ducal se construyó durante el siglo XVI por y para la Casa de Medinaceli (BIC desde 1979) y ha pasado a convertirse en museo desde finales de 2008.

Medinaceli también tiene su lado cristiano, y son muchos los turistas que visitan la ciudad solo para pedir deseos al Cristo de Medinaceli, en la llamada colegiata. Fuera de la muralla de la ciudad, uno encuentra el famoso arco Árabe y la 'nevera árabe' que servía para guardar los alimentos, conservados en una bóveda bajo la nieve.

Izquierda,interior del Palacio Ducal y a su derecha, vista general de la localidad, con el Arco Romano en primer término.

La estratégica situación de Medinaceli hizo que todas las civilizaciones tuvieran gran interés por ella. El primitivo asentamiento celtíbero pasó a manos de los romanos, de los árabes y después de los cristianos. Aragoneses, castellanos y navarros se la disputaron a finales del medievo. El actual castillo de Medinaceli aprovecharía para su construcción la ubicación y estructuras de la alcazaba. Es una sencilla fortificación en sillarejo y mampuesto, de planta rectangular, tres torreones circulares en sendas esquinas y un cuarto, cuadrangular, como torre del homenaje.

Los arranques de esta construcción defensiva se entrelazan con la cimentación del arco, y desde aquí, bordean el perímetro de la plataforma en que se asienta Medinaceli. En algunos tramos pueden verse los típicos sillares lisos diseñados por los maestros de obra romanos. La muralla posee una anchura que oscila entre 1,40 y 1,80 metros.

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La 'nevera árabe' servía para guardar los alimentos y conservarlos en una bóveda bajo nieve

La dominación árabe supuso también la reutilización y reconstrucción de las defensas de la ciudad, por orden de Abderramán III y luego por los ocupantes de los reinos hispanos.

Qué visitar

  • De interés: La ermita del beato Julián es una sencilla construcción que se edificó en el mismo lugar que ocupaba su casa natal. Se custodian aquí los restos del beato. Lope de Vega escribió pensando en él la comedia 'El saber por no saber y la vida de San Julián de Alcalá de Henares'.

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