Ribera restringirá las nuevas plantaciones de viñedo en 2026

Ahora, las bodegas apuestan por restringir las plantaciones en 2026, pero en una medida que «será temporal y se aplicará únicamente a esa campaña». Puntualizan que para 2027,»la decisión será revisada y sometida a votación nuevamente a finales de 2025, considerando las cifras actualizadas disponibles en ese momento». La paralización, según Asebor, busca fortalecer «aún más la marca de Ribera del Duero», con un acuerdo que se tomó por la mayoría de las bodegas que defendieron «una postura conservadora» en una votación con una elevada participación que superó el 65%.

Los elaboradores de Ribera inciden en que «los análisis y estudios realizados de forma exhaustiva señalan que la situación difiere de otras denominaciones de origen, mostrando un potencial de crecimiento sustentado en datos como el aumento de la cuota de mercado en valor (17,6% según Nielsen), el incremento en la entrega de contraetiquetas y el número de bodegas inscritas, así como las amplias oportunidades de expansión en mercados internacionales». La opción de restringir el crecimiento para ajustar la oferta y la demanda se ha tomado, hace ya varios años, en otras denominaciones de Origen importantes dentro del panorama vitivinícola nacional. En Rueda se apostó por paralizar las plantaciones desde 2019. Una medida que también está vigente en La Rioja. Sin embargo, Ribera deja entrever que la decisión será puntual, sólo para ese año.

Crecimiento

El sector productor y las cooperativas de Ribera del Duero denunciaron hace unas semanas la decisión «unilateral» del Consejo Regulador de permitir el crecimiento «indiscriminado» en 2025 de la superficie de viñedo de la Denominación de Origen a través de la replantación procedente de otras zonas geográficas. «Tenemos constancia de que, en estos momentos, Ribera del Duero ya supera las 31.000 hectáreas, muchas de ellas todavía no figuran porque no se registran hasta que entran en rendimiento entre tres y cinco años después», explicó el responsable de viñedo de UCCL, Daniel Maestre. En esta línea, lamentó que Ribera no haya visto los problemas generados en otras zonas como

Rueda, Rioja o Burdeos por el crecimiento sin control, «deben pensar que aquí somos invencibles».

Las nuevas plantaciones de viñedo se pueden gestionar por tres vías diferentes. El cupo de disposición anual entró en vigor el 1 de enero de 2016, cuando se instauró el régimen de autorizaciones de viñedo que sustituyó al sistema de derechos de plantación vigente hasta ese momento. De esta manera, el cupo de disposición anual concede una serie de plantaciones nuevas que no pueden suponer más de un 1 por ciento del total de viñedo plantado en el país. Esta cláusula de salvaguarda cuenta también con las restricciones que marquen los distintos consejos reguladores para fijar lo que denominan un crecimiento razonable. Además del cupo anual, normativa también abre otras dos vías de plantación: la reconversión de los derechos históricos que tuvieran validez a 31 de diciembre de 2015 y el arranque de viñedos en unas zonas para plantar en otras, algo que se puede hacer desde cualquier punto del país.