«Un perro me arrancó la boca y me está arruinando la vida»
Una vecina de Barakaldo atacada en 2023 denuncia que el seguro se niega a adelantar el dinero del tratamiento que necesita
D. Olabarri
Viernes, 24 de octubre 2025, 09:19
Los dos mordiscos que cambiaron la vida de Nuria apenas duraron dos segundos. Ocurrió el 6 de febrero de 2023. Esta vecina de Barakaldo estaba ... hablando con unas amigas cuando se encontró con el animal en su cara, sin tiempo para reaccionar. Piensa que quizá el perro de su vecina le atacó por «celos», porque no le estaba haciendo caso. Primero le mordió la nariz y después la boca. Le arrancó un trozo de labio y le desgarró la encía.
Cuando le quitaron el perro de encima, Nuria sólo pudo ver un gran charco de sangre a su alrededor. Sus amigos no le dejaban ir al baño porque no querían que viese que tenía el labio «colgando». La llevaron al hospital y la operaron de urgencia para tratar de reconstruirle la boca. Después de la operación una doctora le advirtió que las lesiones eran muy importantes y podían traer consecuencias.
En un primer momento, la mujer pensó que quizá estaba exagerando. Pero los hechos acabaron «dando la razón» a esa doctora. La lesión en la boca -explica- es vivir con dolor las 24 horas del día toda la semana. «Me pica, me escuece, me quema», relata.
Lo que no podía imaginar es que lo peor estaba por venir. Le entró una bacteria a raíz del ataque que le empezó a comer los huesos. Hace un año le tuvieron que quitar todos los dientes. Ya se ha sometido a varias operaciones y le quedan varias más.
Nuria ha perdido 10 kilos desde entonces. No oculta que está mal, «triste», «destrozada». Se pasó meses sin poder besar a su marido. Básicamente se alimenta a base de purés, yogures y queso fresco. Era una persona que «siempre estaba riendo». Y ahora lleva meses en los que no puede evitar ponerse a llorar cuando se mira en el espejo. Incluso ha tenido algún episodio en el que ha tratado de hacerse daño a sí misma. «Tengo 53 años y me veo como una ancianita», se duele.
Esta vecina de Barakaldo se esfuerza por recuperar su vida anterior. En gran parte, la clave pasa porque le reconstruyan la boca. No ha dejado de gastar dinero desde el ataque -también en psicólogos privados- porque muchos de los tratamientos que necesita no están cubiertos por la sanidad pública. Calcula que ya se habrá dejado en torno a los 6.000 euros.
«No es justo»
Su problema es que ya no pueden poner más dinero de su bolsillo y se han topado con el rechazo del seguro de la dueña del perro, que se niega a adelantar el dinero de las operaciones de injerto de hueso hasta que concluya todo el tratamiento. Se sometió el pasado junio a una primera operación maxilofacial por la que ya debe unos 14.000 euros. Y ahora tiene que afrontar otra intervención de otros 16.000 euros. Es decir, antes de enero debe pagar unos 30.000 euros que no tiene. Ella es pensionista por una lesión laboral. Su marido trabaja, pero tienen una hipoteca que les «ahoga» y una hija que está estudiando. Podrían pedir un préstamo, pero no pueden vivir tan agobiados.
Nuria ha pedido soluciones al seguro, pero no contestan a sus escritos. «No es justo. Sólo quiero una solución a algo que no he provocado yo», subraya.
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