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Las distracciones al volante son una de las principales causas detrás de la siniestralidad vial en España. A pesar de que la mayoría de estas distracciones están relacionadas con el uso o la consulta del teléfono móvil al volante, consumir alimentos mientras se conduce es una práctica sancionable aunque a menudo se desconozca.
En caso de circular al volante de un vehículo mientras se consume algún alimento, los agentes pueden imponer sanciones de unos 80 euros. Sin embargo, esto depende en gran medida de la interpretación del agente de la ley en el momento de observar el comportamiento.
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Por este motivo, si el agente considera que al comer se está llevando a cabo una conducción de forma negligente, es decir, se está poniendo en riesgo la seguridad de los demás usuarios de la vía, la sanción podría ser la correspondiente a una falta grave, penada con 200 euros. Sin embargo, en este caso no se restarían puntos del carnet de conducir.
Otras conductas comunes al volante que pueden ser motivo de sanción son conducir con ropa inadecuada, es decir, aquella que limite la libertad de movimiento. Esta acción puede ser sancionada con multas de entre 80 y 200 euros.
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