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Petya Petrova, alumna de 4º de Artquitectura de IE University. Antonio Tanarro
Ideas globales para una arquitectura local
IE University

Ideas globales para una arquitectura local

Petya Petrova explica el legado del D-Lab en la ciudad, desde la Casa de la Lectura a la Iglesia de San Pedro de los Picos, gracias a la mezcla de nacionalidades de IE University

Luis Javier González

Miércoles, 30 de abril 2025, 22:05

Tiene cierta lógica que un patio con historia, el de un restaurante como La Casona de San Martín, acoja un laboratorio de proyectos culturales como el 'Coffe Break Universitario', una fórmula para entrelazar ideas innovadoras con la ciudad organizada por el Ayuntamiento de Segovia y los tres centros universitarios: Universidad de Valladolid, IE University y UNED. «No queremos que las ideas se queden encerradas en un aula. Los universitarios tienen mucho que decir, que aportar», resume la introducción del concejal de Juventud, Sergio Calleja. En esa suma, IE University traslada al ámbito local la diversidad de decenas de nacionalidades, una riqueza cultural que no solo crea maquetas, sino cambios reales. Porque lo global enriquece a lo local.

Una idea que ejemplifica Petya Petrova. «Como podéis ver por mi nombre, no soy del todo de Segovia, pero vine aquí con cuatro años, soy parte de la ciudad». De origen búlgaro, estudia cuarto de Arquitectura en IE University, participó desde primero en el D-Lab (laboratorio de diseño). «Entré porque me apetecía mucho vincularme con Segovia. Normalmente, cuando hacemos arquitectura son proyectos irreales, pero en el D-Lab te dan la posibilidad de trabajar con proyectos reales y personas reales. Lo que realmente te satisface es preguntar a la gente qué es lo que quiere». Lo hizo en la remodelación del patio del colegio Peñascal: niños que pedían un banco y zonas de juego. También participó en el nuevo espacio en la Casa de la Lectura, con zonas para niños, adultos, conferencias u otros eventos. «Lo que realmente buscamos es que satisfaga a la gente de Segovia». En esa línea entran las casetas de los parques de la ciudad. «Ese espacio para que los niños pudieran tener un rinconcito y hacer otras actividades durante el verano».

Una visión «fresca e innovadora», subraya la directora del D-Lab, la profesora Romina Canna, que pone en valor «toda esa energía» de los graneros culturales de sus alumnos. «Las ciudades más ricas son aquellas que tienen una diversidad enorme de gente porque cada una contribuye a su crecimiento, sobre todo en lo cultural». Un aporte no solo identitario, sino práctico. «Ofrecemos el diseño como respuesta a algunos problemas que tiene la ciudad que de otra forma no sé si sería posible porque las instituciones públicas muchas veces no tienen los medios o los fondos para alcanzar esa herramienta». En definitiva, el proyecto busca incorporar infraestructuras sociales, especialmente en el casco histórico. «Es una forma de contrarrestar la tendencia global de estas ciudades que se terminan 'turistificando' y ofrecer espacios para la ciudadanía».

Asistentes a la charla ofrecida por Petya Petrova. A. T.

Por eso Petrova está liderando el proyecto de la iglesia de San Pedro de los Picos, vecina al Hospital de la Misericordia, una idea que partió de la asociación homónima, que contactó con la universidad para rescatar un edificio románico del siglo XII. «Si preguntas a la gente, no sabe dónde está ni lo que es y fue importante en su día porque tuvo una torre bastante alta y su campana señalizaba el peligro». Aún conserva el arco original y tuvo varios usos posteriores, desde una vaquería a refugio de la peste o almacén de pólvora. La titularidad es ahora estatal tras décadas de cesión privada. «El edificio ha sido maltratado por el tiempo, la zona de la nave principal está deteriorada, tiene bastante humedad, hay zonas que necesitan restaurarse sí o sí». Ante la falta de documentación en el archivo municipal —solo los planos de un proyecto de 1961— su equipo está reconstruyendo una maqueta digital a través de un láser 3D. El futuro en mente es un espacio de conciertos y otros eventos. «Activar esa zona porque está un poco aislada de la parte céntrica. Al ser una iglesia es un espacio idóneo para la música».

Pese a que su apellido sugiera otros orígenes, ese perfil puramente segoviano dentro de IE University sirve para enfocar esas ideas hijas de cada cultura hacia las necesidades reales, una herramienta que la directora del D-Lab aprovecha. «A mí me resulta interesante, cada proyecto tiene siempre esa mezcla. Petya nos ha sabido explicar un montón de cosas de la ciudad porque ella es de acá; mientras los alumnos de otros lugares traen una visión de cómo ven la ciudad en la que viven desde la ciudad de la que vienen. Todo ello se traduce en proyectos, no solo de culturas, sino de entendimientos, de cómo vivir».

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