Susto en el Descendimiento de Villavicencio
El Cristo articulado se venció al retirarse las sujeciones y lo tuvieron que sujetar para evitar que se fuera al suelo
Los centenares de personas que contemplaban el Descendimiento de la localidad terracampina de Villavicencio de los Caballeros contuvieron unos instantes el aliento en la noche del pasado Viernes Santo, cuando contemplaron atónitos cómo la imagen articulada del Cristo crucificado que iba a ser descendido de la cruz se inclinó hacia adelante al salirse de sus agujeros en la madera los dos clavos que tenían que sujetar los brazos de la talla.
La habilidad de los cofrades de la Venerable Orden Tercera que protagonizaban la ceremonia permitió que lo que pudo ser algo grave quedara solamente en un susto.
Los anclajes de los brazos ya habían sido separados de los clavos para proceder a este rito del desenclavo, que data de 1758 y que esta localidad vive con fervor como una de las ceremonias más singulares de su Semana Santa. El elevado peso de la talla hizo que se inclinara hacia adelante. Y la pericia de los cofrades evitó que se fuera al suelo y que, incluso, hubiese podido haber algún tipo de desgracia personal.
Al final, todo quedó en el susto que muestra el video que acompaña estas líneas. El desenclavo se llevó a feliz término. Y la procesión posterior se desarrolló con normalidad. La talla no sufrió daño alguno.
La representación del Descendimiento es uno de los grandes momentos de la Semana Santa en Villavicencio. El sacerdote ordena a los hermanos de la Orden Tercera que retiren de la imagen del Cristo articulado el letrero de INRI; después, la corona de espinas y una soga de esparto. Luego llega el momento crucial, cuando se desenclavan las fijaciones que sujetan la imagen al crucifijo. Primero las de las manos y finalmente la de los pies. Los cofrades muestran el Cristo a la Virgen de la Soledad antes de colocarlo en el sepulcro para proceder al santo entierro.
El valor de esta tradición reside en su singularidad. El periodista Carlos Blanco escribía años atrás que «Villavicencio de los Caballeros es uno de los escasos enclaves donde aún se puede ver el descendimiento de un Cristo articulado. Hubo más en la provincia de Valladolid. Existen testimonios y documentos que nos hablan de otras ceremonias parecidas como, por ejemplo, en Olmedo». Sin embargo, muchas celebraciones similares han desaparecido en la provincia.