Javier Burrieza posa para la entrevista en la biblioteca del Colegio de los Ingleses de Valladolid. RODRIGO JIMÉNEZ

Burrieza: «Hay creyentes muy formados que ven la Semana Santa solo como 'sacasantos'»

El historiador vallisoletano, que pregona este viernes la Semana Santa de 2022, defiende que el Museo Nacional de Escultura «ha de ser una institución más semanasantera»

J. I. Foces

Valladolid

Sábado, 26 de marzo 2022

He aquí un historiador dotado con tres dones: la curiosidad, la constancia y la palabra. Javier Burrieza Sánchez (Valladolid, 1974), profesor titular de Historia Moderna ... de la Universidad vallisoletana. El primero de esos tres dones, esencial para la investigación, le ha servido para descubrir a sus conciudadanos muchos aspectos del pasado, entre los que destacan los relativos a la Semana Santa y las cofradías. Con constancia, indispensable para el trabajo en los archivos, ha sacado adelante una impresionante producción literaria, en la que destacan diez libros sobre la Semana Santa en Valladolid y Castilla y León. Y con la palabra, vital para explicar hechos pasados, lleva lustros el profesor Burrieza ayudando a entender por qué las cosas son como son en la Semana Santa de su ciudad natal. Este viernes subirá a las 20:30 horas al presbiterio de la Catedral de Valladolid para pronunciar el pregón, tras dos años sin procesiones por culpa de la pandemia.

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–Su nombramiento como pregonero ha suscitado una singular unanimidad. ¿Le mosquea?

–He apreciado mucho cariño por parte de la gente y he notado que me reciben como el pregonero al que han visto en las procesiones y en las cofradías. Más como cofrade de acera, es verdad, porque he hecho más horas de cofrade de acera que de hábito.

–Nadie dudaba de que sería pregonero algún año...

–...Yo sí.

–...Pero nadie acertaba a decir cuándo. Y llega un alcalde socialista, Óscar Puente, y le designa pregonero.

–¿Y qué quiere que le diga a eso?

–Que cómo lo ha recibido.

–Se han juntado dos circunstancias. La Junta de Semana Santa, con la que he trabajado mucho muchos años en muchas cosas, sé que ha tenido mucho que ver en ese nombramiento. Y el alcalde también lo quería.

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–Y, ahora, ya pregonero, ¿qué?

–Un vallisoletano cofrade es el mayor privilegio que puede tener. Es interesante dar testimonio de la Semana Santa a una determinada edad.

–Usted es de mediana edad.

–48 años. Creo que es interesante dar voz a otras generaciones, más jóvenes.

–Como pregonero, ¿alcanza alguna meta profesional y personal?

–Tengo que hacer muchísimas más cosas por la Semana Santa. Queda mucho por hacer. ¡Mucho! Algunas me las llevo planteando más de 15 años.

–¿Por qué en unos tiempos tan poco amigos de la religión la Semana Santa no pierde peso como seña de identidad de Valladolid?

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–Porque además del religioso, la Semana Santa tiene otros aspectos que son perfectamente compatibles con ello y que le permiten tener un buen grado de supervivencia. El aspecto histórico, el artístico, el cultural, el de turismo de interior y el de turismo religioso permiten concitar muchos intereses entre personas diversas. Nadie en su sano juicio sería capaz de restar valor a lo que supone la Semana Santa para una ciudad como Valladolid.

–¿Ve que soplen vientos favorables para la Semana Santa?

–A mí me importa muchísimo el progreso de mi propia forma de celebrar la Semana Santa en Valladolid pero no estoy seguro de que vivamos tiempos florecientes para la Semana Santa.

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–Ah, ¿no?

–Vivimos tiempos difíciles para la Semana Santa porque también el ciudadano de a pie tiene que incluir la Semana Santa en su agenda y no siempre lo hace. No es cuestión de salir y encontrarte una procesión, sino de que la procesión se convierta en un elemento de interés para esos días de Semana Santa. Para los creyentes es más fácil. Pero también hay una parte de los creyentes, y me atrevería a decir algunos creyentes que piensan que están muy formados y muy comprometidos con la Iglesia, que no valoran suficientemente las formas de religiosidad popular.

–Esto es un zasca en toda regla.

–Hay creyentes que se piensan que están muy formados, que participan litúrgicamente en grupos, pero piensan que la Semana Santa y las procesiones son unos 'sacasantos' y creo que es muy importante darse cuenta del valor de encuentro religioso y de la tradición religiosa que aporta la Semana Santa. Y también hay algunos sectores de la Iglesia Católica que no valoran mucho estas formas de religiosidad popular que, por cierto, el Papa Francisco las valora muchísimo, y también se están equivocando.

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Javier Burrieza, en la biblioteca del Colegio de los Ingleses. R. JIMÉNEZ

–Es usted el pregonero de la vuelta de las procesiones a la calle.

–Voy a recordar, naturalmente, y creo que ese recuerdo se tiene que convertir en oración por muchas personas que hemos perdido, pero mi pregón no va a recorrer los dos últimos años de lo que ha sucedido. Mi pregón será una llamada a valorar la importancia de la Semana Santa en la vida de muchas personas en Valladolid, la importancia para la ciudad, la perfecta relación que existe entre la ciudad y la Semana Santa, por lo menos en lo que es su identidad histórica. Otra cosa es a lo que actualmente le damos importancia.

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–¿Por qué lo dice?

–Porque en Valladolid no existe un ambiente de Semana Santa durante todo el año.

–¿Debería existir?

–¡Claro! Ocurre, por ejemplo, en Medina de Rioseco y Zamora. Muchas veces me pregunto si Valladolid es una ciudad lo suficientemente semanasantera.

–¿Y qué se contesta?

–Algunas veces, que no.

–¿Es por lo de ser cofrade una semana y las 51 restantes 'si veo el hábito, no me acuerdo'?

–No 51. Ahora se ha producido una cosa que no existía en mi infancia. Entonces en Cuaresma había algún acto, pero ahora es intensísima en actos. Pero creo que tenemos que hacer, todos, no solo las instituciones y eso que las cofradías mantienen la llama encendida todo el año. Todos tenemos que hacer.

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–Hacer, hacer, pero, ¿qué hacer?

–No pasa nada porque haya una ruta turística para valorar la Semana Santa durante todo el año, incluido el verano. En eso los medios de comunicación tienen un papel esencial para favorecerlo. Ahora están las redes sociales, y en ellas hay gente que están todo el año con las lámparas de la Semana Santa encendidas. En Semana Santa en Valladolid la gente no pone cara de sorpresa cuando se encuentra con una procesión, pero cuando aparecen fuera de temporada... Eso en otras ciudades no ocurre.

–Hay temor a que caiga el número de cofrades en algunas procesiones tras dos años sin salir. ¿No debería se lo contrario?

–Hay muchas ganas pero también hay algunas personas dentro de las cofradías que lo están pasando muy mal y presentarse en una procesión supone una renovación material, no solamente espiritual.

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–Y eso cuesta dinero, ¿verdad?

–Por ejemplo, con los propios hábitos Los que tenemos hijos pequeños nos hemos dado cuenta de que ha habido que hacer hábitos nuevos para los adolescentes, que han crecido. Y no todas las economías domésticas se pueden permitir eso. Y sostener las cofradías es también un acto de responsabilidad civil por parte de sus cofrades. Una cofradía no es algo gratuito que aparece en la vida de la ciudad sin que cueste dinero. Y, otra cosa: ¿Valladolid es cofrade? Hombre, una ciudad con 340.000 habitantes, incluido el alfoz, que tenga 12.000 cofrades es poco, muy poco. En Valladolid falta gente enamorada de su ciudad.

–A lo mejor va con el carácter vallisoletano. Las nieblas marcan mucho...

–¡Pero si cada vez hay menos nieblas!

–Pues a lo mejor es que Valladolid no sabe enseñar mejor lo propio a los suyos.

–Nos falta enseñar mejor Valladolid, sin duda, ¡empezando por los propios y por los que nos dedicamos a enseñar!

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–¿Predica en eso con el ejemplo?

–En mi asignatura de Historia Moderna II, sobre la España de los siglos XVII y XVIII, los alumnos saben que una de las prácticas que vamos a hacer es un recorrido por el Valladolid histórico.

Javier Burrieza, pregonero d ela Semana Santa de Valladolid en 2022 RODRIGO JIMÉNEZ

–¿Qué tres elementos considera que diferencian a Valladolid en Semana Santa?

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–La riqueza patrimonial es apabullante y la relación de ese patrimonio con la propia ciudad patrimonial, a pesar de las muchas pérdidas del patrimonio histórico de Valladolid, también es muy singular. El silencio a mí me gusta, pero también me gusta la música, así que eso de que el silencio es un elemento exclusivo de Valladolid... No somos únicos por lo del silencio. Y la austeridad... pero la austeridad no debe estar reñida con la solemnidad.

–¿Existe el riesgo de una 'andalucización' de la Semana Santa de Valladolid por los encargos de tallas de algunas cofradías?

–Es que solo nos preocupamos de ese supuesto riesgo cuando vienen obras de la zona de España donde se talla un mayor patrimonio procesional. Entonces, ocupémonos de promocionar a los artistas de la tierra y a favorecer el nacimiento de artistas de aquí. Pero no he visto como negativa la incorporación de algunas obras que han venido de Andalucía y Murcia. Es la aportación de lo que es la Semana Santa en España de finales del XX y del XXI.

«Nadie en su sano juicio sería capaz de restar valor a lo que supone la Semana Santa para Valladolid»

JAVIER BURRIEZA

Pregonero de la Semana Santa de Valladolid 2022

–Ya, pero otras ciudades no tiene el Museo de Escultura Policromada que sí tiene Valladolid.

–Es que, claro, la historia de este Museo es algo muy particular de Valladolid, de su Semana Santa. Tiene la propiedad de imágenes que fueron desamortizadas o en algunos casos fueron depositadas en aquel Museo de Bellas Artes Provincial del siglo XIX, pero el papel del Museo de Escultura en una Semana Santa potente no puede ser simplemente el de prestar los pasos, sino que tiene que ser el de una colaboración plena y absoluta.

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–Tal y como habla, parece que no la hubiera.

–No sé si la hay. En determinados momentos el Museo de Escultura ha sido esencial para la renovación. No se podría haber hecho la restauración del Arzobispo Gandásegui hace cien años si no hubiesen estado al frente del Museo Francisco de Cossío y Agapito y Revilla. No se podría haber realizado una labor de estudio de los pasos si no hubiese estado Eloísa García de Wattenberg al frente del Museo en los 80. No se podría haber renovado la solemnidad de la Semana Santa si no hubiese estado Luis Luna en los 90. Después el Museo realizó algo muy importante en tiempos de Urrea, la restauración de los pasos. Pero el Museo ha de contribuir a dar a conocer la Semana Santa. Es necesario que sea una institución más semanasantera.

–¿Cuál es la procesión que más recomienda a amigos, familiares o visitantes?

–Tengo un problema en Semana Santa porque no me gusta decir cuál es lo que más.

–No pregunto la que más le gusta, sino la que más recomienda.

–Si alguien viene de fuera, la Procesión del Viernes Santo es esencial. Pero si vienes con más tiempo, recomiendo que pases el Jueves Santo en Valladolid y si eres de aquí, que descubras procesiones en la noche y la tarde de los días no centrales, que son excepcionales. El Vía Crucis del miércoles tiene momentos estremecedores, por ejemplo en la Calle Platerías... Ese avance del Nazareno... Ese avance de la Vera Cruz... ¡Y ese encuentro de las dos tallas!

–Usted es cofrade de la Vera Cruz y del Cristo de la Luz, en Semana Santa, y de la Virgen de San Lorenzo, la patrona.

–¡Y cofrade de honor del Descendimiento!

–¿Le sobra devoción para repartir o es hiperactivo, semanasanteramente hablando? Porque en cuotas gasta una pasta al año.

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–Y en casa tenemos a dos cofrades de las Angustias. De las cosas que estoy más contento es del ambiente que hemos sabido crear con nuestros hijos sobre la Semana Santa. Veo una generación joven con ilusión.

«Nos falta enseñar mejor Valladolid, ¡empezando por los propios y por los que nos dedicamos a la Educación!»

JAVIER BURRIEZA

Pregomero de la Semana Santa de Valladolid 2022

–Siendo historiador, y con todo lo que ha descubierto sobre la Semana Santa en las dos últimas décadas, ¿habrá lugar para la sorpresa en el pregón?

–Habrá lugar para la emoción. La historia me ha servido como herramienta en el pregón, pero el pregón no va a ser una lección de historia. Las lecciones de historia las imparto en la facultad.

–Este año pregona y publica libro de Semana Santa. Lo de plantar el árbol , ¿para cuándo?

–Riego un árbol del jardín de mi casa, pero no lo he plantado.

–Entre libro y libro de Semana Santa, entre clase y clase de historia, entre pregón y pregón y entre investigación e investigación, ¿ha tenido tiempo de pensar qué quiere ser de mayor?

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–Un vallisoletano apasionado de los de toda la vida, un historiador que siempre tenga ilusiones y la mejor persona que se pueda ser en este mundo.

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