ANTONIO TANARRO
Cuaderno de un cofrade

Minicofrades

«Este año ha sido el estreno de muchos niños que ven las procesiones entre el público»

david matarranz

Domingo, 17 de abril 2022, 09:28

Todavía con los recuerdos frescos de una Semana Santa histórica y a falta de la Procesión del Encuentro para hacer el balance final de cada Lunes de Pascua, hoy me fijo en los más pequeños.

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Espectacular lo de los niños cofrades. Muchos de ellos de estreno en esta edición, tras las suspensiones de dos años de pandemia y en el caso de algunas cofradías hay que añadir las suspensiones por la meteorología. Su participación da ese toque simpático a los cortejos, y también son la culminación de la ilusión de padres cofrades que ven como los suyos cogen el testigo.

Pero también este año ha sido el estreno de muchos niños que ven las procesiones entre el público. En primera fila, con el clásico «deja pasar al niño delante». En muchos casos sentados en el bordillo o en el suelo. La noche primaveral de este Viernes Santo además ayudó a que los padres no se preocuparan por si cogían frio y se estaba a gusto en la calle.

Como explicarles las caras de fascinación que observo ante el paso de los capuchones, las imágenes y especialmente los tambores. Que tendrán los tambores que les llaman tanto la atención. ¿Cuantas vocaciones cofrades se han despertado este año viendo las procesiones segovianas?

Yo era de esos niños que iba de la mano de sus padres a ver Los Pasos, y que días después se pasaba buenos ratos aporreando el tambor redondo del detergente Colón con cucharas de madera, con la bronca de mi madre que lo sufría. Otra cosa que fascina a los más pequeños es el colorido de los trajes de los capuchones, de modo que con una buena caja de Plastidecor te haces todas las cofradías de la ciudad, con todos sus colores del hábito y capas incluidas. Era uno de mis aficiones infantiles. No sé si los niños de ahora se entretendrán igual o les da más por el TikTok y otros gadget tecnológicos, móvil y tablet incluido.

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En el caso de lo primero, no preocuparse, pero vayan buscando cofradía en la que apuntarle al crío. En mi caso no había antecedentes cofrades familiares, pero vivir en la Plaza del Cristo del Mercado y ver salir el paso debajo de mi ventana cada año me marcó para siempre, y al resto de mis hermanos por lo que se ve también.

Mi aplauso a todos esos niños que han participado en las procesiones de Verónicas, de Cruzados, o con hábito sin antifaz acompañando insignias... y como no en las bandas con el trabajo que suponen los ensayos. Mi mención especial al joven dulzainero de Maristas y al nutrido grupo de niñas y niños del Cristo del Mercado que busca recomponer su banda y recuperar el nivel que un día tuvo hace años.

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