Vecinos de Santiuste de Pedraza critican un nuevo caso de maltrato animal a un ternero

Una residente en el municipio alertó el pasado sábado por la tarde a la Guardia Civil sobre un ternero malherido en una finca del pueblo que presentaba malas condiciones de salubridad. En concreto, tenía heridas en la cabeza, estaba a cielo descubierto, rodeado de sus propias heces y orina y sin poder moverse. Aunque dio el aviso sobre la situación de forma urgente, no pudo evitar que el animal pasase la noche en ese estado, ya que el Seprona no acudió hasta la mañana siguiente, afirma.

«Hubo fuertes rachas de viento, bajas temperaturas y llovió toda la noche», lamenta la vecina, lo que agravó aún más la «preocupante» situación en la que se encontraba el animal, pues se formaron charcos bajo el lugar en el que reposaba. «Llevaba cuatro días mojado por las lluvias», estima en una publicación en redes sociales el refugio El Rincón de Elvis, que acoge al ternero. «Nadie lo ha reclamado, así que ha pasado a ser competencia del Ayuntamiento», puntualiza.

Según la persona alertante, los agentes de la Guardia Civil intentaron contactar con el dueño del ternero y con el consistorio, pero en ningún caso recibieron respuesta. Varias fuentes de la localidad aseguran que el propietario del animal es familiar de Eusebio Álvaro, alcalde de Santiuste de Pedraza (PSOE). En concreto, se refieren a la misma persona responsable de la manada de mastines que el pasado verano atacaron en dos ocasiones a tres cerdos y mataron a uno de ellos, también de su propiedad.

El refugio, ubicado en La Mata, asegura que el Seprona les ha rogado que mantuviesen el animal enfermo bajo custodia por si alguien lo reclama en un plazo de veinte días. Actualmente recibe un tratamiento con antiinflamatorios al no tener sensibilidad en una de las patas, sostiene. Esta organización intentó atender a uno de los cerdos heridos por el ataque de los mastines «muertos de hambre», pero finalmente desapareció.

Los vecinos advierten de numerosos ejemplos similares, los que consideran «delitos de maltrato continuado», como es el caso de un burro con heridas que tuvo que darse en adopción, la presencia de vacas sueltas por la carretera y en el pueblo, y las ovejas que arrasan con los huertos de la localidad. «Están las calles llenas de cagadas, no podemos tener flores en los patios porque los animales se las comen», critica una vecina.

A su juicio, esta situación se repite desde hace algunos meses y ha despertado el temor entre la población. «No hay libertad de movimiento», asegura una persona residente en Santiuste de Pedraza, hasta el punto de que considera «prohibido» el camino en dirección a Requijada, que transcurre cercano a la finca donde se ubica maquinaria de labranza y los ejemplares ganaderos citados. «Ya nadie va de paseo por allí, la gente no se atreve porquecualquier día te puedes encontrar a diez mastines que no sabes si te van a atacar», lamenta.

«Basta ya; queremos que acabe esta situación. Sorprende que estemos a menos de siete kilómetros de Collado Hermoso, donde es alcalde y vive el presidente de la Diputación de Segovia, y no se haya solucionado nada», critica la vecina. A su vez detalla que, a raíz de los sucesos acaecidos este verano, se ha creado una asociación en el municipio que ya suma 80 miembros, exactamente el mismo número de habitantes censados según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022. La primera asamblea se celebrará el 28 del presente mes de enero y su finalidad es «asegurar el cumplimiento de las leyes».

En suma a ello, el último balance del Procurador del Común arroja la tramitación de una reclamación múltiple presentada por 29 personas sobre la presencia de perros potencialmente peligrosos en Santiuste. «Hay abierto un expediente contra el dueño, pero vemos que no se hace nada, por lo que contemplamos tomar medidas para resolver esta situación nosotros mismos», indica un portavoz vecinal. Insiste en que la responsabilidad de esta situación es de los propietarios y, en segunda instancia, de la administración. Por tanto, aunque una pequeña ONG haya rescatado a los animales para evitar su sufrimiento, matizan que esta no es la «solución».