En grande, la parcela donde se ha esparcido el producto; en pequeño, el cartel colocado junto al terreno. El Norte

El uso de un fumigante tóxico confina en sus casas a vecinos de un pueblo de Segovia

La Subdelegación del Gobierno confirma que la empresa agraria contaba con los permisos pertinentes y tanto la Junta como el Seprona han abierto una investigación

Lunes, 6 de octubre 2025, 12:09

Los vecinos de Fuente el Olmo de Íscar, al noroeste de la provincia de Segovia, vieron turbada su habitual tranquilidad este pasado fin de semana. ... El uso de un potente fumigante en un terreno agrícola próximo al casco urbano llevó al casi medio centenar de habitantes del municipio a autoconfinarse en sus casas. Esto no pudo evitar que muchas personas sufrieran picor e irritación ocular, hasta el punto de tener que acudir algunas de ellas a Urgencias al presentar dolor de cabeza y torácico. «No podíamos salir ni siquiera a la calle, nos hemos sentido totalmente indefensos», comenta su alcaldesa, Noelia Herrero, con gran indignación. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia han confirmado que la empresa agraria contaba con los permisos pertinentes para hacer uso del producto.

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Los hechos se remontan a la tarde del pasado sábado, sobre las 20:00 horas, cuando los niños que jugaban en el frontón municipal acudieron rápidamente al teleclub —acondicionado como bar—, donde disfrutaban de un rato de ocio y convivencia una treintena de adultos, para alertar de la existencia de un mal olor que se expandía por el pueblo. «Olía fatal, como a huevo podrido y a polvo; era muy desagradable», subraya la regidora. Unos instantes después, «nos empezaron a picar muchísimo los ojos», declara. El picor era «tan insoportable» que los allí presentes tuvieron que refugiarse de inmediato en el interior del local, mientras que algunos se fueron corriendo a sus casas.

El producto fitosanitario, empleado como plaguicida, se había esparcido en una amplia superficie agrícola destinada al cultivo de fresas

Los vecinos vivieron momentos de angustia e incertidumbre, ya que «nunca había pasado algo así». En esa tesitura, Herrero salió del teleclub, dio aviso de lo sucedido a la Guardia Civil y decidió buscar el origen del olor junto a un vecino que era guarda forestal. Pronto vieron un tractor en una parcela próxima al casco urbano que estaba esparciendo un producto por la tierra. Cuando se acercaron a preguntar, observaron que un cartel anunciaba la toxicidad de la sustancia utilizada como desinfectante agrícola. «Peligro, gases muy tóxicos», podía leerse.

El suelo sometido a esta práctica, destinado a la plantación de fresas, era una amplia superficie que había sido tratada con Metam sodio 51%, un potente fumigante que permite controlar nematodos, malas hierbas, hongos o insectos. Es un fitosanitario que puede causar quemaduras en la piel, lesiones oculares y reacciones alérgicas si hay exposición a la sustancia, según coinciden los portales especializados.

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Hasta el lugar se desplazó una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que tomó muestras para iniciar una investigación, que continúa abierta. Cuando la alcaldesa de Fuente el Olmo de Íscar pidió explicaciones al agricultor responsable de la fumigación, tuvo conocimiento de que llevaba haciendo uso del plaguicida desde el miércoles, para lo que había conseguido una autorización, aspecto que la Subdelegación ha corroborado. Es un fitosanitario que había sido suministrado también en años anteriores. «La diferencia es que otras veces han tapado la tierra», especifica.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reseña que el uso de Metam sodio requiere el «sellado adecuado» de la tierra «para que el producto se mantenga el tiempo suficiente: un mínimo de 15-20 días». Fuentes de la Consejería de Agricultura y Ganadería de laJunta de Castilla y León indican que «no es obligatorio tapar», ya que se puede optar por «el sellado mecánico».

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Toxicidad

«Nos han dicho que es súper tóxico», critica Herrero. Es por ello que, de acuerdo con la recomendación realizada por parte de la Guardia Civil, «mandamos un mensaje a la población para que la gente no saliera a la calle durante toda la noche, que nos confinásemos, y eso hemos hecho», relata. La situación ha mejorado en las últimas horas gracias a la entrada de rachas de viento desde el norte, lo que ha contribuido a limpiar el ambiente. Pero eso no ha evitado que siga la preocupación entre los vecinos.

«Estoy muy enfadada porque ha sido un gran susto, el guarda forestal y yo entramos a la tierra y no sabemos ahora lo que nos va a pasar, nos han dicho que el cuerpo tiene memoria y esta sustancia era muy tóxica», sostiene. La alcaldesa seguía el domingo con fuertes dolores de cabeza y el hombre empezó a tener tal malestar que tuvo que acudir a Urgencias en hasta dos ocasiones. «Otra concejala y su pareja estuvieron también muy mal, dijeron que no podían respirar y se fueron al centro de salud de Íscar; luego les mandaron en ambulancia al Hospital de Medina del Campo», comenta. Al menos cuatro personas precisaron asistencia médica urgente al sentir malestar tras la exposición a los gases con efectos nocivos para la salud.

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El Ayuntamiento de la localidad permanece a la espera de conocer los resultados del análisis toxicológico. La Junta ha abierto una investigación para averiguar las condiciones en las que se ha realizado el tratamiento.Justo ayer desplazó a un técnico especializado a la parcela que ha recibido el tratamiento y ya ha levantado el acta correspondiente.

Según recoge una resolución emitida en febrero de 2025 por el Ministerio, la comercialización y el uso de productos fitosanitarios formulados a base de Metam sodio 51% solo está permitida mediante autorización excepcional, en determinados periodos y lugares. En el caso de los viveros de fresa existentes en el territorio segoviano, es un fumigante que este año puede utilizarse del 7 de septiembre al 21 de noviembre.

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«Sentimos que nos están matando y no podemos hacer nada», lamenta Herrero. No descarta interponer denuncia sobre lo ocurrido ante las autoridades competentes. «Los pueblos pequeños parecen que no importan», señala. Justo hace diez años, se produjo un caso muy similar en Chañe, donde decenas de vecinos sufrieron irritación de ojos por el uso de un desinfectante agrícola en un terreno anejo al casco urbano. Asimismo, se quejaron de un fuerte olor que había impregnado sus hogares, ante lo que la Guardia Civil decidió abrir una investigación.

Hace poco más de un año, un agricultor fue denunciado en Mozoncillo por fumigar con el mismo plaguicida tóxico —Metam sodio— un suelo destinado al cultivo de fresas. Los agentes de la Benemérita sorprendieron 'in fraganti' al tractorista cuando hacía uso de este producto perjudicial para la salud sin la autorización correspondiente y sin la debida identificación.

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