Treinta nuevas familias han pedido ayuda a Cruz Roja Cuéllar desde que empezó el año

Una treintena de nuevas familias han solicitado ayuda a Cruz Roja Cuéllar en los dos primeros meses del año, prueba de la difícil situación económica. Precisamente, la sociedad cooperativa del campo Glus I hizo ayer entrega de una donación de 2.500 euros a Cruz Roja, cantidad con la que pretende contribuir a que la organización pueda atender las necesidades derivadas de la crisis. En el acto, la presidenta Cruz Roja Segovia, María Teresa Fuentetaja, dijo que el dinero se destinará a las familias más vulnerables, «que ahora cada vez son más. Fuentetaja desveló que la cooperativa ha realizado una labor «muy importante» que puede servir de modelo de captación a otras empresas de la zona o la provincia. Para ello se está desarrollando un programa específico denominado 'Alianzas con empresas', donde estas pueden realizar sus donativos. La situación «es muy dramática todavía», aunque no exactamente igual que en la primera ola. Sí se ha detectado otro tipo diferente de usuarios, debido a la existencia de mayor brecha económica, con muchas familias en desempleo, una situación que ha creado malestar y vulnerabilidad. «Acuden a Cruz Roja, cuando antes nunca habían sido usuarios de la institución».

Cruz Roja Segovia ha atendido durante toda la pandemia a unas 15.000 familias en toda la provincia, lo que supone entre 30.000 y 60.000 personas. Y en ello continúan trabajando. En la zona de Cuéllar buena parte de esta atención se destina a personas mayores, y en los últimos meses ha aumentado la cifra de familias con niños menores, cuyos adultos se encuentran en situación de desempleo. «Se les apoya en muchas tareas, entre otras facetas el acompañamiento, apoyo psicológico, apoyo escolar, donde a los niños se les facilita la merienda, e incluso a las familias una bolsa de alimentos». En Cuéllar se desarrollan distintos programas. Además del plan Cruz Roja Responde, también se lleva a cabo un programa de atención a mayores, que además de teleasistencia presta todo tipo de apoyo, como psicológico, de visitas, de acompañamiento e incluso de talleres y distintas clases de ayuda. Fuentetaja explicó que entre las necesidades que se cubren se encuentra la alimentación, facilitando a los usuarios una bolsa de alimentos no perecederos y unas tarjetas cargadas con un importe económico que depende del número de miembros de la familia, para la adquisición de alimentos perecederos y que así tengan una alimentación lo más saludable posible.

En Cuéllar se está trabajando asimismo en programas de juventud, de sensibilización, un taller de medio ambiente, acompañamiento a personas solas y también en empleo para aquellas personas que tienen problemas de incorporación al mundo laboral. A pesar de la situación, se continúa con el programa de apoyo escolar. Aunque en algunos lugares se presta 'on-line', en la villa sigue siendo presencial, aunque con una voluntaria y de forma individual. En total se atiende a doce menores, según Olga López, voluntaria a su vez en este programa.