Los segovianos reciben el fin de la mascarilla con prudencia

Unos prefieren seguir con ella;otros se la han quitado ya de encima. Cada uno con sus argumentos, sus razones. Para muchos segovianos, un alivio que contrasta con la prudencia. Después de 700 días formando parte de la vida diaria, el 20 de abril era hora de despedirse de las mascarillas. Toda una liberación para los que tenían ganas, para los estudiantes, para los gimnasios, también para las personas que llevan gafas... Un paso más hacia esa ansiada normalidad.

Pero todavía no han desaparecido en el día a día como por arte de magia. En la calle, más pendientes de la nieve que cubrió por la mañana Segovia, diversidad de opiniones. Desde aquellos que lo consideran «un poco precipitado» porque el virus no se ha ido del todo hasta los que, sobre todo una población mayor, aseguran que van a seguir usándola apelando a un sentido de responsabilidad y al sentido común. «Si me encuentro en un establecimiento en el que hay gente o en un sitio en el que no se puede guardar la distancia mínima, yo no me la quito», asegura un cliente de un bar, mientras pide un café y se frota las manos con el gel hidroalcohólico. Cuestión de costumbres.

La situación en Segovia también se ha vivido de una forma desigual en cafeterías, en restaurantes, supermercados, pequeños establecimientos, panaderías, pastelerías, relojerías, zapaterías, entidades bancarias... Los que trabajan de cara al público de momento lo tienen claro, siguen con ella puesta, como José Antonio, de la tienda de ultramarinos Hijo de Maximino Gómez, en la calle Puente Muerte y Vida. «La mayoría de los clientes han entrado con ella puesta; más gente con mascarilla que sin ella. Nosotros, los trabajadores, vamos a seguir con ella, sobre todo por prevención, para seguridad de los clientes y la nuestra; creo que después de todo lo que hemos pasado es demasiado pronto para quitársela», indicó.

Lo que han palpado es que la gente mayor le sigue teniendo respeto al virus. Es lo que opina José, del Burbujas. «Siguen tomando sus precauciones con la mascarilla». En cambio, en los clientes más jóvenes «se nota más la decisión de no ponerse la mascarilla. Va un poco en función de cómo se sienten. Hay quien se ha acostumbrado a ella como si fuera parte de uno mismo», añadió.

Antonio Martín, del bar Los Soportales, lo tiene muy claro. «Nosotros la vamos a seguir llevando. De momentos vamos a aguantar al menos este mes de abril y mayo, luego ya veremos a ver qué pasa», indicó. Yrespecto a la clientela, de todo un poco. «Muchos siguen manteniendo el mismo sistema porque no se han dado cuenta, porque siguen siendo muy cuidadosos y los que ya lo saben, y están pendiente de las noticias, pues vienen ya sin ella».

La Confederación Segoviana de Empresarios (Conferse) ha valorado la nueva normativa de Sanidad sobre la eliminación de las mascarillas «como una medida positiva para las empresas que ayudará a dinamizar el sector y volver poco a poco a la normalidad prepandemia».

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