

Secciones
Servicios
Destacamos
La afición a la caza está presente en prácticamente todos los territorios segovianos. El 92% de la superficie provincial tiene permitida la actividad cinegética y ... esto también ha repercutido en el aumento del número de cotos. Sin embargo, la tendencia es descendente, tanto en lo referente al número de licencias que se expiden al cabo de un año como a la extensión que se dedica a la práctica de los cazadores. Segovia ha perdido más de 8.000 hectáreas cinegéticas en tan solo una década.
La aprobación de la gratuidad de las licencias de caza y pesca por parte de la Junta de Castilla y León supuso un destacado repunte del listado de beneficiarios. Los valores registrados en la región en 2023, periodo en el que se puso en marcha esta medida, estuvieron a punto de igualar a los que se observaron en 2012. Este fue el último año en el que se superaron los 120.000 permisos, de los cuales unos 6.000 se expidieron en Segovia, según los datos que maneja el delegado provincial de la Federación de Caza de Castilla y León, José Luis Gómez San Frutos.
Ha repuntado de forma puntual la cifra de licencias, pero no ha sucedido lo mismo con los espacios en los que se desarrolla la actividad cinegética. Cada vez son menos. En concreto, la superficie provincial que permite la caza ha disminuido un 1,5% respecto a 2015, lo que se traduce en 8.000 hectáreas. Si bien es cierto que puede parecer una pérdida mínima, es lo equivalente a más de 16.000 campos de fútbol. Es un hecho que puede atribuirse al cese de autorización de algunos cotos, pero también a la carencia de reservas regionales de caza.
Ha habido fluctuaciones a lo largo del tiempo. Una de las caídas más destacadas se produjo en 2021, un periodo que coincidió con la puesta en marcha de restricciones de movilidad con motivo de la pandemia. En esta fecha, la extensión cinegética se limitó a 602.000 hectáreas, pero con el paso de los meses se sumaron otras tantas hasta ascender a las 606.300 en 2024, último año del que se tienen registros.
Los aficionados a la caza disponen de amplios escenarios para practicar la actividad en Segovia pese a la merma experimentada el pasado decenio.Nueve de cada diez hectáreas contemplan el uso y disfrute cinegético por parte de los cazadores, siempre que cumplan con la normativa, lo que incluye contar con las autorizaciones pertinentes y adaptarse a las limitaciones temporales de las diferentes campañas.
Pero mientras que la superficie se reduce ligeramente, el número de cotos que han sido declarados aumenta y se reparten por 429 ubicaciones diferentes. Antes, hace una década, los terrenos dedicados a la caza comprendían más espacio pero eran menos: 417. La gran mayoría de los acotados cinegéticos son de titularidad pública, es decir, son gestionados por los ayuntamientos o asociaciones culturales y deportivas. No obstante, también hay varios ejemplos de cotos federativos y, en menor medida, privados, pues muchos de ellos han sido anulados en el periodo más reciente.
El primer terreno dedicado a la caza que se dio de alta en Segovia fue el matriculado como SG-10003, en Muñopedro, y se extiende por más de 1.600 hectáreas. Está fechado en abril de 1971, una época coincidente con el surgimiento de otros dos cotos en Coca y El Espinar. Al contrario, los últimos acotados para la caza que se han constituido datan de 2024 y tienen como escenarios los alrededores de El Espinar, Sebúlcor, Segovia, San Cristóbal de la Vega, Ituero y Lama y Fuente el Olmo de Fuentidueña.
La superficie que comprenden varía en gran medida. Los hay muy amplios, como es el denominado SG-10137, que abarca más de 8.100 hectáreas en el término municipal de Cuéllar, el cual pertenece a la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Cuéllar. Ninguna de las autorizaciones en vigor en la actualidad se corresponde con extensiones que superan este umbral, pero algunas quedan muy cerca, como son las referentes a un coto compartido por Cuéllar y Lastras de Cuéllar.
En el lado contrario, el acotado más pequeño que figura a día de hoy en la provincia de Segovia fue registrado en agosto del año pasado, está localizado en Ituero y Lama y abarca una superficie de cerca de 27 hectáreas. De forma general, aquellos que caen por debajo de estas cifras se han extinguido o no han renovado la titularidad. Asimismo, la revisión del listado permite comprobar que unos pueblos cuentan con más alternativas que otros en la práctica de la caza. Por ejemplo, la ciudad de Segovia dispone de más de 22 cotos dentro de sus límites municipales —algunos de ellos son compartidos con otras poblaciones—; y está seguida de muy cerca por El Espinar, con 19; Riaza, con 17; o Santa María la Real de Nieva, con 16.
La evolución de la actividad cinegética, ya sea en lo referente a las nuevas preferencias de los cazadores o a la nueva normativa a la que se hayan tenido que ajustar, ha estado unida a los diferentes resultados que se han obtenido en cada campaña enSegovia. La fauna que vive actualmente en los diferentes acotados de la provincia ya no es la misma que la que habitaba hace diez años e, incluso, hace apenas un lustro. Algunas especies apuntan al descenso e, incluso, a la desaparición en multitud de puntos del mapa, mientras que otras se han disparado.
El corzo es uno de los animales que está detrás de más capturas en los últimos años, al pasar de las 1.500 en la temporada de 2017-2018 hasta rondar las 2.500 en la campaña de 2022-2023. El jabalí es otro protagonista en los balances de cacería de los segovianos, ya que en la última etapa se superaron los 4.000 apresamientos mientras que hace apenas cinco años se reducían a la mitad. No sucede lo mismo con el conejo y la liebre, cuyas capturas han caído de manera significativa justo después de la pandemia.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.