El salto a lo desconocido del Coca

José Luis Manzanares, más conocido como 'Mata', entró en la directiva en 2014 asumiendo una deuda de 12.000 euros. Logró en mayo el broche a una década como presidente viendo a su equipo ganar la Primera Provincial en una última jornada agónica: sus jugadores dependían de sí mismos e hicieron los deberes venciendo en casa al Monteresma, campeón de la pasada edición, por la mínima gracias a un gol de Juan Ángel Herrero pasada la hora de juego. Solo así superaron al Cantimpalos, subcampeón a dos puntos. A nueve quedó el Carbonero, seguido por un punto por el Real Sitio, cuarto. Fue el epílogo a un tramo final que se hizo cuesta arriba por las lesiones y por no sentenciar el título en Nava de la Asunción.

Fue el resultado a años de trabajo. Primero, con las categorías inferiores; sin milagros ni grandes cifras en cuanto a fichas, permitió crear una columna vertebral de jugadores del pueblo que sirvió para ascender al equipo de Segunda a Primera y competir por momentos de tú a tú contra el Cuéllar, que terminó por imponerse en la campaña 2021-2022. La temporada siguiente fue patrimonio del Monteresma, pero el Coca mantuvo su imagen de equipo rocoso, uno de los campos más beligerantes de la provincia donde ser visitante no es plato de buen gusto. Y a la tercera, fue la vencida, con una temporada solvente, aunque costó rematar la faena.

Santi Palomo, un exjugador que ha recogido el testigo en la presidencia desde el 1 de julio, habla de «un proyecto deportivo sólido y con las ideas muy claras». Una transición sin tapujos porque su antecesor dejó claro que no hubiera ascendido. «Era el momento de dar ese paso adelante; ahora o nunca». Lo esgrime por la ilusión de una directiva diversa con nueve miembros, una nómina con futbolistas locales o expertos en redes sociales para dividir tareas como el mantenimiento del campo o la búsqueda de patrocinadores. 'Mata' lamenta que no le avisaran para acudir al acto en el que recogieron la copa. «Creo que nos la merecimos tanto o más que los jugadores. Después de más de 14 años dedicando mi tiempo y mi vida por este club, así te pagan. Me siento enfadado con la situación».

El bloque de chavales del pueblo se reforzará este año con algún retoque de fuera con experiencia en la categoría. Sigue el 70% del bloque de Provincial: cuatro jugadores lo dejaron por trabajo y otros como el segoviano Ángel Campos, su máximo goleador, porque no quería los viajes de la Regional. «No ven lógico que ellos, sin ir a entrenar o a los desplazamientos, quiten plaza a alguien que se lo está currando». El compromiso son dos días de entrenamiento presenciales y un tercero a través de una aplicación. Es la profesionalización progresiva de un club que antes del cambio de normativa federativa se limitaba a poner al delegado como entrenador a tener a un técnico titulado de Valladolid, Chema Valbuena.

Pero el gran abismo está en el presupuesto, que se triplica desde menos de 10.000 euros a unos 35.000. «Llamando a muchas puertas», resume Palomo, que lo tiene todo cubierto. El primer gasto son las fichas de los jugadores, costeadas en Regional por el club mientras que en Provincial las pagaba la plantilla. M&C Saatchi, una empresa tecnológica de ámbito nacional, será el patrocinador principal con una aportación entre 10.000 y 15.000 euros. El Ayuntamiento ayudará con los desplazamientos y el club ha sumado a las principales empresas locales –los embutidos de Copese, la frutícola Mumu Berries– y a la Fundación Caja Rural. «Luego aportaciones de 250 o 400 euros, muchas empresas pequeñas y autónomos del pueblo. Y de pueblos de alrededor».

El Turégano no ha servido como modelo, pero sí de inspiración. El Coca esgrime su antigüedad –casi 75 años– como uno de los clubes más antiguos de la provincia. «Nos merecíamos estar en esta categoría. No sé cómo se nos dará, sé que el primer año es el más difícil. Manteniendo la categoría das un paso muy fuerte». Palomo es consciente de los precedentes, de los descensos de Monteresma, El Espinar o el Cuéllar, incluso tras firmar grandes temporadas, pues la división provincial de los dos grupos de la Regional genera una incertidumbre permanente porque las plazas de descanso dependen de la procedencia de los descendidos de Tercera y de cuántos sean. Palomo promete «cinco o seis refuerzos» procedentes de clubes como el Unami, Numancia o Huesca. «Están en esta zona y al enterarse de que hemos subido llaman a tu puerta». Porque el hecho de no pagar las fichas es ya un plus. «Por lo menos no te cuesta dinero».

Por eso el Coca aspira a aprovecha su oportunidad. «Queremos ser un referente de la zona, no solo ascender y a ver qué pasa». Otro aspecto clave para la nueva directiva era la captación de abonados. «El club no puede tener 94 socios como la temporada pasada. Hoy en día estamos ya cerca de los 200». El abono general cuesta 40 euros y el familiar –dos miembros y niños menores de 14 años–, 60. «Con los socios de hoy, tenemos salvada la temporada. Pero me gustaría llegar a los 400 socios, como cuando yo jugaba en Provincial». Ahora se abre un nuevo mundo, con sus ilusiones y sus miedos.