La reforma del Mercado de La Albuera se queda «a medias»
Las obras ejecutadas no cubren todas las expectativas de los comerciantes, que sin embargo valoran el lavado de cara exterior
Aunque en el periodo estival se nota el descenso en la actividad, numerosos segovianos acuden a hacer la compra al Mercado de la Albuera. Algunas ... tiendas aprovechan para tomarse unos días de merecido descanso. Los comerciantes que no bajan la verja atienden a cuantos se acercan durante una mañana de verano para aprovisionarse. Las abuelas que van acompañadas de sus nietos en edad escolar se entremezclan con un público variado tanto del barrio como de otros rincones de la ciudad.
Las instalaciones permanecieron cerradas un par de semanas durante el pasado mes de octubre. Las obras que se llevaron a cabo se prolongaron hasta el comienzo de la primavera y, según indican algunos tenderos, todavía quedan algunos remates de los que están pendientes. La peatonalización de la calle Andrés Reguera Antón, entre una de las puertas del mercado y el Centro Integral de Servicios Sociales, da acceso al recinto en el que nada más entrar uno se encuentra en la parte derecha el café bar Las Tentaciones. Álvaro Navarro, el propietario, cree que se ha ejecutado «una reforma a medias, un lavado de cara, ya que habría que cambiar muchas cosas más».
Destaca que el Ayuntamiento de Segovia «se ha preocupado mucho de la calle de fuera y creo que ese dinero podría haber ido mejor para el interior». Ha descartado solicitar la instalación de una terraza porque tendría que depender de terceras personas y continúan teniendo dificultades para contratar a personal en hostelería.
«Se deberían haber hecho un panelado entero en las paredes, lo que le habría dado otro aire al recinto»
Álvaro Navarro
Café Bar Las Tentaciones
Al ser un lugar de mucho tránsito, los comerciantes consultados consideran que se debería haber hecho algo más con el suelo, ya que se está empezando a levantar en algunos puntos. Otra demanda en la que coinciden los entrevistados es que también se deberían haber mejorado las paredes «haciendo un panelado entero, lo que le habría dado otro aire al recinto», como apunta el propietario del café bar.
María Jesús Barba es la tesorera de la Asociación Profesional de Industriales Vendedores Adjudicatarios del Mercado Municipal de La Albuera (AIMMA) y regenta el herbolario Vidasalud. Manifiesta que «nos hubiera gustado que se hubiera hecho alguna cosa más como dijeron en un principio, pero se ha quedado en el aire». Esas mejorías abarcan desde «la pintura en los techos, unos vinilos en las ventanas que no se han puesto, así como los azulejos, que están muy antiguos y que se podrían haber cambiado», enumera la portavoz.
«Echamos en falta unos vinilos en las ventanas o el cambio de azulejos, que están muy antiguos»
María Jesús Barba
Herboristería Vidasalud
En cuanto a la parte positiva, la directiva de la asociación destaca «el aire acondicionado y la calefacción canalizados por los techos y que a simple vista no se aprecian, junto con la mejora en la iluminación y el cambio del suelo, sin olvidar la reforma de los baños, que hacía mucha falta arreglarlos». Al preguntarla por el perfil de los compradores que se acercan al mercado, María Jesús Barba explica que «siempre viene gente nueva, aunque no se ha publicitado mucho que se han hecho reformas y algunos que llevaban tiempo sin venir no se habían enterado».
Patricia Brañas está el frente frutos secos Patri. Cree que «por dentro no se nota tanto [la reforma]» Advierte, por ejemplo, de que el suelo se está levantando en algunas zonas del mercado. Sin embargo, aprueba las intervenciones en el exterior. Matiza que la calle de fuera ha quedado bien. En la misma línea que otros comerciantes, afirma que «en vez de haber gastado el dineral en la calle habría preferido que hubieran arreglado el interior, desde las paredes que están con azulejos pasando por el muelle, que está muy mal en algunos sitios».
«En vez de haber gastado el dineral en la calle habría preferido que hubieran arreglado el interior»
Patricia Brañas
Frutos secos Patri
El diagnóstico de Natalia Rodríguez, de la charcutería gourmet Natalia, es que el resultado final de las obras es mejorable, ya que «todavía quedan muchos remates por terminar y no llegan». Al igual que ella, otros tenderos pensaban que iba a hacer más y «estamos un poco insatisfechos». Sobre el aspecto exterior considera que ha mejorado notablemente «porque por fuera estéticamente ha quedado muy bonito». En el otro lado de la balanza, echa en falta mejoras en zonas que no están abiertas al público, como el muelle, para facilitar el trabajo a los comerciantes.
«Quedan remates por terminar y no llegan. Estamos un poco insatisfechos»
Natalia Rodríguez
Cahrcutería gourmet Natalia
En el obrador Valdenebro, Ana Corral atiende continuamente a los clientes que van a comprar el pan y productos de bollería. Para ella, «el Mercado de La Albuera podría haber quedado mejor, deberían haber quitado los azulejos de 'Cuéntame', y el suelo no sé si va a ser muy efectivo porque al final se va a terminar levantando».
Por otro lado, destaca que «el aire acondicionado se está notando, como la calefacción en el invierno». Sobre el exterior, coincide con los compañeros al señalar que «ha quedado bonito, todo lo que sea un lavado de cara está bien».
En cuanto a los clientes, según manifiestan los comerciantes, las opiniones son variadas. Los hay que no se fijan mucho o no le dan mayor importancia, pero les ha llamado la atención el cambio en la calle que se ha peatonalizado; y lo que más desatacan es la fachada exterior. El cambio de imagen ha sido notorio desde el inicio de las rehabilitaciones.
Este Mercado de La Albuera se inauguró en 1983. Con más de cuatro décadas de historia a sus espaldas, las últimas obras de reforma han mejorado este centro comercial, aunque los responsables de algunos de los puestos matizan que las expectativas que habían depositado no se han satisfecho del todo.
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