Un pueblo de Segovia se moviliza contra dos macroplantas de biometano
Decenas de personas participaron en la manifestación convocada para mostrar su rechazo a los dos proyectos previstos en la comarca
La Asociación en Defensa del Agua y del Aire Cega convocó este sábado una manifestación en Muñoveros contra la instalación de dos macroplantas de biometano que, según aseguran, amenazan la salud pública, el medio ambiente y el futuro del municipio y su entorno. La marcha partió desde la piscina municipal y concluyó en la Plaza de la Constitución de 1812, donde se leyó un manifiesto.
Los proyectos, que suman una capacidad de tratamiento de casi 390.000 toneladas de residuos al año, están actualmente en fase de tramitación ambiental. Se ubicarían en las inmediaciones del núcleo urbano, una en el término municipal de Muñoveros y otra en el vecino municipio de Turégano, al otro lado de la carretera. «Sus dimensiones son absolutamente desproporcionadas respecto a las capacidades y necesidades del entorno», afirma la asociación, recordando que buena parte de los residuos previstos –purines, lodos de depuradora, estiércol e incluso cadáveres– tendrían que transportarse desde fuera, generando «un tráfico constante de camiones de gran tonelaje», con un vehículo pesado cada pocos minutos.
La preocupación de la población no solo se centra en el volumen de residuos y el tráfico. El manifiesto leído destaca que el proceso genera gases contaminantes —dioxido de carbono, metano, sulfhídrico, amoníaco, entre otros— que agravan el cambio climático y afectan directamente a la salud. Además, los subproductos, conocidos como digeridos, contienen metales pesados, nitratos, plaguicidas y antibióticos. «Pretenden esparcirlos como fertilizantes en los campos, pero nuestros acuíferos llevan años contaminados por nitratos», advierten, recordando que Muñoveros ni siquiera ha sido incluido en la zona declarada vulnerable a la contaminación por nitratos, pese a ser una demanda histórica.
Los vecinos temen que la implantación de estas macroplantas comprometa un modelo rural basado en la ganadería familiar, el turismo y la agricultura sostenible. «No son instalaciones verdes ni fomentan la economía circular, solo buscan la rentabilidad económica», señalaron durante la manifestación. Además, según datos de la propia empresa, la creación de empleo sería «mínima»: apenas siete puestos de trabajo en instalaciones casi totalmente automatizadas.
El manifiesto también recordó que estas plantas se proyectan en un radio de apenas 30 kilómetros de otras instalaciones similares en la provincia de Segovia, como la de Carbonero el Mayor, con capacidad para 500.000 toneladas de residuos al año, y la de Pinarejos, que sumaría otras 230.000. «Más de un millón y cuarto de toneladas de residuos concentradas en la zona, sin contar otros proyectos en trámite», indicaron.
La manifestación contó con el apoyo de vecinos de otros pueblos de Segovia, Burgos y Palencia, y de colectivos sociales y ecologistas de distintas provincias. «Esta lucha no es solo por Muñoveros, es por el derecho de todos los pueblos a decidir su futuro», proclamaron los integrantes de la asociación Cega. Frente a las macroplantas, defienden un modelo energético descentralizado, basado en el autoconsumo y energías renovables realmente sostenibles, y una gestión de residuos que priorice la reducción en origen y el compostaje local.
El acto concluyó con un mensaje claro: «No es progreso, es destrucción». Y una reivindicación que resume el sentir de los asistentes: «La tierra que nos da vida no se vende, se defiende».
