Fotografía aérea de la construcción de una planta de biometano. Ideal

Proyectan dos nuevas plantas de biometano en la provincia de Segovia

Tendrán capacidad para gestionar miles de toneladas de residuos orgánicos al cabo del año y operarán de forma ininterrumpida

Viernes, 31 de octubre 2025, 21:57

La Junta de Castilla y León ha empezado a dar salida a los proyectos de plantas de biometano que estaban pendientes de tramitación en la ... provincia de Segovia. Los procedimientos de información pública permiten conocer que hay nuevos escenarios que se postulan para acoger estas infraestructuras, que están dirigidas a la producción de energía a partir de la transformación de residuos de origen agrícola y ganadero. En concreto, se trata de Cuéllar y Cantalejo, donde dos empresas interesadas han presentado sus expedientes para solicitar autorización ambiental y así poder desarrollar sus propuestas en los próximos meses.

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Son varias las empresas que estos años se han fijado en el medio rural de la provincia para liderar proyectos de construcción de plantas de producción de biometano. Segovia lidera la estadística de este tipo de iniciativas -que se han popularizado en el último lustro- con cerca de una veintena, según los registros de la Administración regional. La de mayores dimensiones hasta el momento es la de Carbonero el Mayor, aunque también hay otras que están previstas en Turégano, Pinarejos y Muñoveros. Algunas han recibido una fuerte oposición vecinal, como es la de Pinarejos, para la que hay convocada una movilización de rechazo el próximo domingo; mientras que otras han despertado apoyos al implicar un gran ahorro de emisiones.

Cuéllar y Cantalejo se suman ahora al recuento de localizaciones donde se pretende impulsar la edificación de plantas de biometano y estaciones para la digestión anaerobia de los residuos. Las empresas Bio Frontera, con sede fiscal en Madrid; y Gases Renovables de Segovia, fijada en Valladolid, han solicitado recientemente a la Junta la autorización y el estudio de impacto ambiental con el objetivo llevar a cabo los proyectos de producción de biometano, que es un gas combustible que se obtiene a partir del biogás o gas de síntesis.

La infraestructura que se quiere construir en Cantalejo creará al menos ocho puestos de trabajo directos

«Su composición química y poder energético son muy similares al del gas natural, es cien por cien renovable, contribuye al desarrollo de la economía circular y favorece la transición energética», defiende el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Precisamente, la propia institución promociona el biometano como «una de las energías del futuro» debido al potencial técnico disponible en el territorio, lo que explica su extensión por toda Segovia.

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Ya han salido a información pública los detalles de las nuevas iniciativas y todavía admiten alegaciones. La primera de las propuestas que se impulsó fue la del término municipal de Cantalejo, que contempla construir la planta de biometano en un terreno rústico situado a escasos metros de la carretera SG-205, entre Aldeonsancho y Valdesimonte. La infraestructura estaría ubicada a poco más de un kilómetro de distancia de ambas localidades, además de a 2,6 kilómetros de Rebollar y a 3,1 de Sebúlcor.

Su superficie abarcará aproximadamente 46.000 metros cuadrados y tendrá una capacidad para gestionar un máximo de 120.000 toneladas de residuos orgánicos, principalmente purines o estiércol, al cabo del año. Todo ello incluso «cuando el entorno tiene capacidad productora muy por encima», recoge el pliego. Es una cifra muy inferior a la prevista por las instalaciones de Carbonero el Mayor, que procesará cerca de medio millón de toneladas anuales. Aun así, la planta de Cantalejo operará «de forma ininterrumpida salvo que sea necesario por cuestiones de mantenimiento», por lo que se calculan más de 8.700 horas anuales de funcionamiento, a las que se suman otras 4.000 por recepción de materiales.

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Impacto

La sociedad interesada ha realizado un análisis en profundidad sobre los resultados, efectos y posibles riesgos que puede tener el citado proyecto. Por ejemplo, hace hincapié en que se crearán ocho puestos de trabajo directos, aunque también tendrá una repercusión en otros sectores, como es el transporte. Esto se debe a que se estima un flujo de entrada y salida de hasta 2,25 camiones diarios (más de 9.000 al año).

Entre los impactos más destacados sobresale la emisión y dispersión de olores, un aspecto que conlleva a su vez la alteración de la calidad del aire, a lo que se suma el consumo de agua o las molestias asociadas a la explotación de las instalaciones o al tránsito de vehículos. En todos los casos se confirma que la actividad es compatible con las normas medioambientales y no hay afecciones significativas a los valores de las áreas protegidas ni al bienestar de las poblaciones más cercanas.

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Las mismas conclusiones resultan del análisis del proyecto de Cuéllar, que se ubicará al oeste de la villa, justo al sur de Torregutiérrez. Las parcelas en las que se construirá suman una superficie gráfica de más de 196.000 metros cuadrados y tendrá una capacidad de gestión de unas 145.000 toneladas por año. Por el momento, no han trascendido más detalles sobre los empleos que se crearán ni la inversión prevista, aunque la empresa confirma que el tiempo de ejecución será de 14 meses. El plazo para presentar alegaciones a la planta de Cantalejo finaliza el 28 de noviembre, mientras que se extiende hasta el 9 de diciembre en el caso de la de Cuéllar.

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