La provincia quiere exprimir un potencial micológico a la altura del que tiene Soria
El parque micológico segoviano, con más de 53.000 hectáreas, está pendiente de su declaración por parte de la Junta
El Parque Micológico Montes de Segovia verá en las próximas semanas la luz administrativa como una herramienta construida en el último lustro entre casi 40 ... pueblos con más de 53.000 hectáreas unidos por un fin común: dar visibilidad a un territorio con mucho que ganar. «Parece que Soria es el destino micológico de España, pero es que Segovia tiene la misma potencialidad. Se trata de ponerlo en el mapa». Lo explican Montserrat Ganado y Cristina González, coordinadora y técnico provincial Micocyl, la entidad privada sin ánimo de lucro que ha dado forma al proyecto, un modelo de gobernanza micológica impulsado inicialmente por un grupo de acción local soriano de Almazán y que aúna a propietarios, asociaciones, recolectores.
La iniciativa supone, en la práctica, una invitación a un turista responsable que utiliza las setas como excusa para viajar: un solo permiso para recoger hongos en casi cualquier esquina de la provincia. Una vía más para que localidades modestas, con el tejido empresarial justo, puedan sumar visitantes a sus bares, restaurantes o casas rurales.
Los impulsores del nuevo parque presentaron el 9 de junio la documentación requerida para la tramitación de la Junta de Castilla y León: Plan de Aprovechamiento Micológico, Cartografía del parque, Acuerdos de Adhesión de los Propietarios, Acuerdo con entidad gestora y el Acuerdo con entidad especializada de base científica. El proceso simplemente está a la espera de la declaración por orden de la Consejería de Medio Ambiente y aparezca publicado en el Bocyl.
La pertenencia al parque micológico exige una permanencia de tres años que se debe acordar en pleno municipal
Será el fin de un proceso que empezó hace más de cinco años con reuniones informativas en la propia delegación territorial de Segovia. Unos trámites que se han alargado por las circunstancias y los tiempos de cada ayuntamiento. La pertenencia al parque exige una permanencia de tres años que se debe acordar en pleno municipal. Los acuerdos más tempranos, firmados en 2021 o 2022, han tenido que revalidarse.
El modelo de Soria ha sido exitoso por la apuesta global de las instituciones, hostelería y alojamientos. Ayuda su extenso territorio —su parque tiene más de 160.000 hectáreas— y la cercanía con País Vasco, «los grandes micólogos de España», subrayan, junto a los catalanes, una región a la que los sorianos emigraron mucho. «Pero Segovia está ahí, el potencial es el mismo. El invierno no entra fuerte hasta mediados de diciembre; todo ese periodo otoñal es muy agradable para pasear. Y está muy cerca de grandes ciudades». Más que Soria, en realidad, y con mejores comunicaciones terrestres.
Setas de calidad
La meteorología brinda setas de calidad, desde las zonas de montaña a los níscalos en pinares llanos, «muy productores», una garantía para el turista. «La gente lo que quiere es asegurarse unos pocos, no llegar a un sitio y que no encuentres nada. Segovia te lo garantiza». El entramado hostelero segoviano tampoco desmerece. Y la red de alojamientos rurales está en auge. Las fichas están en el tablero, la misión del parque es «aunar esfuerzos».
Más del 90% de la superficie corresponde a montes de utilidad pública; hay municipios como Riaza o la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda —con más de 5.000 hectáreas— que tienen un extenso paraíso micológico, pero todos los municipios aportan. El reparto de beneficios por la distribución de los permisos cuando hay superávit es proporcional a las hectáreas de cada propietario en la tarta global.
Tras la última asamblea, en marzo, no hay reticencias entre los alcaldes. «La verdad es que están todos muy colaborativos con el parque micológico, deseando que vea la luz», resumen. La subida de estatus de acotado a parque compromete a la Junta a reforzar la vigilancia, incentivar la investigación y promocionar el micoturismo. «Es un acotado VIP».
Otro plus del parque micológico es la investigación a través muestreos micológicos. «Tenemos una red de parcelas por toda Castilla y León y hacemos el seguimiento de las producciones». Unos registros, subrayan, claves. «Del mundo forestal se conoce muy bien cuánto va a producir un monte en madera, pero en lo micológico apenas hay datos, salvo universidades o algún grupo de investigación. Es un recurso muy desconocido». Unos datos que permiten analizar el impacto del cambio climático o la edad de cada monte.
Nueva modalidad turística
Más conocimiento para un público más amplio. «El rango de personas que va a setas está aumentando, ya no son los expertos, son grupos familiares con niños, gente que quiere contacto con la naturaleza». Ellas, que atienden un teléfono de atención al recolector, dejan clara la idea de que este tipo de turista no viene a esquilmar el monte. «Poco, quieren una cesta que llevarse a su casa. Te llaman para preguntarte dónde se pueden quedar, así que hacemos una labor de marketing».
El otro aspecto que preocupa es no meterse donde no deben. «Agradecen mucho ir seguros por una zona». La app de Micocyl coge la ubicación del usuario y le avisa cuando sale del territorio cubierto con su permiso, una herramienta útil porque cuesta diferenciar los acotados. «La gente quiere ir al monte y disfrutar del fin de semana». Precisamente, se venden más permisos recreativos que comerciales.
«El rango de personas que va a setas está aumentando, ya no son los expertos, son grupos familiares con niños»
El parque servirá como plataforma comercial para que diferentes sectores, desde guías micológicos a restaurante o alojamientos, se anuncien. La otra batalla es fomentar la marca más allá de la provincia. «Un parque llama mucho más que un acotado, los hay en cada pueblo. Te sacas un permiso y puedes recolectar en 53.000 hectáreas, te puedes recorrer toda la provincia, es una barbaridad».
Eso es lo que busca el micoturista: mucha superficie en un solo trámite. La web de Micocyl actualiza cada semana las producciones, una orientación sobre qué zonas son más fértiles. «La gente se mueve. El otro día llamaron para decir que siempre iban a la zona de Ayllón y querían cambiar». Como todo va de la mano, no basta con que haya muchas setas, sino un bar cerca para el pincho de tortilla de después. Aunar esfuerzos.
La falta de lluvias retrasa el inicio de la temporada
Los recolectores de setas miran al cielo en busca de precipitaciones, pues la temporada se está retrasando por falta de lluvia. Supone un contraste con 2024, año en el que las abundantes precipitaciones de septiembre adelantaron la recolección. «Parece que ahora queremos todos setas en septiembre y no es lo habitual», resume Ganado. Los gestores micológicos no tienen miedo a las temperaturas altas, tanto las que condicionaron agosto como las que todavía marcan los termómetros en pleno octubre, pues las especies están protegidas en el subsuelo. La producción depende directamente de la humedad: en cuanto llueve, salen. Aunque toque esperar unas semanas, la meteorología otoñal de la zona invita a varias jornadas fértiles. Junto a la sequía, el siguiente enemigo de los hongos son las heladas. Lo ideal son termómetros estables, pues si están altos, aunque llueva, las setas salen con mucho gusano.
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