La presión en la UCI impide aún la apertura de quirófanos en el Hospital General
Continúan restringidos a los casos de máxima prioridad
La mejoría en la evolución epidemiológica se nota cada día más en el Hospital General, con una salvedad: la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), que no aumenta, pero tampoco logra reducir de forma definitiva la presión asistencial que arrastra desde principios del año, cuando el apogeo de la tercera ola incrementó los casos críticos como consecuencia de la covid-19. El gerente de Asistencia Sanitaria, Jorge Elízaga, expone que el centro ha empezado esta semana a recomponer su estructura interna tras haber contenido la andanada posterior a las navidades, que forzó a habilitar el gimnasio para atender a enfermos de coronavirus y a reorganizar plantillas para destinar efectivos de diferentes especialidades a combatir el veloz embate de la pandemia.
Elizaga matiza que los quirófanos continúan restringidos a los casos de máxima prioridad en la escala de gravedad del diagnóstico. Es decir, que solo se intervienen a pacientes con patologías coronarias y enfermos oncológicos, que son los que corren un mayor riesgo vital.
La recuperación del ritmo de operaciones quirúrgicas se producirá cuando la UCI original de once plazas sea capaz de absorber y asumir toda la atención intensivista derivada del coronavirus, ha concretado el responsable de la gestión sanitaria, ya que en la actualidad hay camas del área de Reanimación que están ocupadas por pacientes cuyo estado también es crítico aunque por otras patologías diferentes a la covid-19. Esta circunstancia, forzada por la presión que soportan los equipos de la UCI, hace que todavía no se pueda retomar la actividad habitual de operaciones en los quirófanos del Hospital General, que a día de hoy tiene en funcionamiento tres salas de intervención quirúrgica y la de urgencias, especificó Jorge Elizaga.
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